Calendario de embarazo en la semana 37

Qué sucede con el bebé

El bebé ya está preparado para su llegada al mundo. Su cuerpo, órganos internos y sistemas se han formado. La preparación para la vida independiente se confirma con los siguientes hechos:
  • el desarrollo de los pulmones, que aún no están incluidos en el sistema de circulación sanguínea debido a la entrada de oxígeno a través de la placenta;
  • la maduración de los órganos de la audición y la vista;
  • la actividad activa del sistema digestivo, la formación de meconio;
  • la capacidad del cerebro para controlar la coordinación de movimientos;
  • la aparición de reflejos;
  • el desarrollo del sistema reproductor.
El futuro bebé ya está listo para la conexión física con el mundo exterior. Escucha sonidos, reacciona a las caricias en la piel del abdomen de la madre, muestra interés por la luz brillante. Su piel se aclara, desaparece el vello fino y le crecen las uñas.

¿37 semanas de embarazo, qué mes es?

El inminente encuentro con el bebé, que ha crecido y se ha formado en su vientre durante 8 meses obstétricos, no puede dejar de emocionar a la futura mamá. A su emoción se suman las sensaciones físicas, provocadas por el gran tamaño del útero, la preparación para el parto y la lactancia materna.

Qué sucede con la mamá

Sensaciones:

Cambios en el útero

El peso del útero alcanza sus cifras máximas y su volumen llega a los 4-5 litros. Debido a su descenso gradual, aumenta la presión sobre la vejiga y las terminaciones nerviosas de la zona pélvica. De ahí los dolores en la parte baja de la espalda, las sensaciones punzantes en las piernas y el malestar en los músculos del perineo. Muchas embarazadas en esta etapa se quejan de que sienten tirantez en la parte baja del abdomen, como si tuvieran la regla. Las contracciones periódicas, que son contracciones uterinas de entrenamiento, se convierten en algo normal. La placenta va "envejeciendo" gradualmente, ya que su función está llegando a su fin. El útero está maximamente agrandado y comprime no solo los órganos del cuerpo de la mujer que están cerca, sino también al bebé. Sus patadas pueden ser dolorosas y sus movimientos incómodos. La cantidad de líquido amniótico disminuye.

Acidez

El descenso del abdomen reduce la presión del útero sobre el estómago y el esófago, pero la acidez puede persistir. El jugo gástrico, que se lanza al esófago durante las fuertes contracciones del estómago, irrita sus receptores y provoca acidez. La solución es comer en pequeñas cantidades y evitar alimentos ácidos y picantes. Ayuda consumir productos ricos en calcio y cáscara de huevo triturada.

Gestosis

El fenómeno cuando el organismo de una mujer no puede cumplir con las funciones impuestas por el embarazo. Como resultado del aumento de la permeabilidad de los vasos sanguíneos, se observa edema del útero y la placenta. Esto empeora el suministro de sangre al feto, que experimenta hipoxia. Esta condición obliga a consultar a un médico.

Disnea

Cuando el gran abdomen comienza a descender, el centro de gravedad de la mujer empieza a desplazarse. Le resulta más difícil caminar, subir escaleras y realizar incluso trabajos ligeros. Cualquier esfuerzo puede provocar disnea.

Edema en las piernas

En el organismo de una mujer embarazada aparecen varios factores que provocan edemas:
  • cantidad aumentada de líquido;
  • alteración del equilibrio hídrico y salino;
  • cambio en las propiedades reológicas de la sangre;
  • empeoramiento de la dinámica sanguínea debido a la compresión de los vasos por el útero.
Todos estos procesos son explicables, sin embargo, es necesario diagnosticar con precisión la patología incipiente y consultar a un médico.

Hemorroides

Los cambios en el flujo venoso contribuyen a la acumulación de sangre en la pelvis. Con una evacuación intestinal inestable, estos procesos conducen a la formación de nódulos hemorroidales y su inflamación. La solución es la corrección de la dieta, incluyendo fibra en ella.

Secreción de calostro

No solo el bebé se está preparando para nacer, sino también el organismo de la madre. Las glándulas mamarias comienzan a producir calostro y a distribuirlo por los conductos. Los hormonas lactoproducentes, que en este periodo son bastante abundantes, aumentan su actividad.

Sueño intranquilo

Dormir se vuelve más difícil: encontrar una posición cómoda es problemático, los dolores internos se intensifican y los pensamientos sobre el parto inminente inquietan. Pueden añadirse calambres, dolores lumbares y aumento de la presión arterial.

Calambres

Dolores agudos y pérdida de sensibilidad en el músculo de la pantorrilla, músculos del cuello, espalda, en la parte posterior o anterior del muslo. Los calambres aparecen de repente. La causa de esta condición es la deficiencia de vitaminas y minerales. No se descartan también causas serias de carácter neurológico. Es necesaria la consulta con un médico.

Náuseas, vómitos

En la semana 37, las náuseas no son un síntoma típico. Si aparecen, hay que buscar problemas en el tracto gastrointestinal y ajustar la alimentación. Sin embargo, hay casos graves, confirmados por la presencia de acetona en la orina. En ese caso, se requiere tratamiento urgente.

Aumento de la presión arterial

Es un fenómeno común en las etapas avanzadas del embarazo. Cuando sus cifras aumentan a 140 sobre 90 mm Hg, es necesario corregir la situación. Además, si antes del parto la mujer tenía cifras de presión arterial bajas como normales, entonces valores más bajos pueden ser peligrosos. La presión arterial alta puede provocar una complicación peligrosa del embarazo: la preeclampsia.

Dolor de cabeza

Puede surgir por las siguientes razones:
  • cambios hormonales;
  • presión arterial alta o baja;
  • bajo nivel de hemoglobina;
  • alimentación inadecuada;
  • avitaminosis;
  • cambio brusco de las condiciones meteorológicas;
  • osteocondrosis cervical;
  • estrés.

Deterioro de la visión

La progesterona retiene líquido en los tejidos, incluyendo el órgano de la visión. La estructura del ojo cambia. La disminución de la visión puede ser de 1-2 dioptrías. Si antes del embarazo la visión ya no era perfecta, la patología se agrava.

Examen médico

El parto inminente obliga a la mujer a ser especialmente atenta en el cumplimiento de las indicaciones médicas. Entre los exámenes médicos obligatorios no solo se encuentran los indicadores del organismo femenino. En la semana 37 ya se evalúa el latido del corazón del feto, su tamaño, posición en el útero, actividad física, presencia o ausencia de hipoxia. En esta etapa, la mujer está obligada a someterse a:

Médicos

  • ginecólogo;
  • endocrinólogo;
  • oftalmólogo, cardiólogo, otorrinolaringólogo, neurólogo – según indicaciones.

Análisis

  • sangre para SIDA (VIH), sífilis (RW), hepatitis; análisis bioquímico de sangre – si no se realizaron en las semanas 35-36;
  • frotis vaginal para flora;
  • análisis clínico general de sangre;
  • análisis clínico general de orina.

Estudios

  • ultrasonido – en caso de no haberse realizado en las semanas 35-36. Se evalúa el estado de la placenta; antropometría del bebé, propiedades y cantidad de líquido amniótico;
  • dopplerografía – en caso de no haberse realizado en las semanas 33-34. Se evalúa el flujo sanguíneo de la madre y el feto;
  • electrocardiografía – según indicación del cardiólogo;
  • cardiotocografía – estudio de los latidos del corazón del bebé y de la mujer embarazada.

Dificultades del embarazo

El embarazo está llegando a su fin. Incluso si ahora comenzaran los partos prematuros, el bebé podría sobrevivir. Aún no ha alcanzado el peso necesario, por lo que será pequeño, pero viable. Llevar el embarazo se vuelve difícil porque el gran tamaño del vientre dificulta dormir, caminar y practicar deportes favoritos.

Dolores lumbares

Surgen debido al desplazamiento del centro de gravedad, el descenso del vientre y las contracciones preparatorias periódicas de la musculatura uterina. Para reducir los dolores lumbares, la mujer debe recostarse, sentarse o encontrar un apoyo adicional. Ayudan los masajes ligeros y usar ropa que permita una respiración libre.

Secreciones vaginales

Si la naturaleza de las secreciones ha cambiado de color, consistencia o olor, ha aparecido un síntoma desfavorable. Las vetas sanguinolentas indican la presencia de glóbulos rojos, un tono verde es señal de inflamación. La naturaleza infecciosa de los cambios en las secreciones vaginales se confirma con el aumento de la temperatura corporal general, la aparición de un olor desagradable y las sensaciones dolorosas. Al confirmar la infección, el médico toma la decisión de prescribir tratamiento, ya que el bebé corre el riesgo de contagiarse.

Qué se puede y qué no se puede

La semana 37 del embarazo es un momento en el que la mujer sabe perfectamente qué es beneficioso y qué es perjudicial para su bebé. Con sus movimientos, él ya es capaz de hacerle entender lo que no le gusta. Por lo tanto, se puede hacer lo que sea beneficioso y placentero para ambos.

Qué PUEDE hacer la futura mamá:

  • asistir a clases para embarazadas;
  • hacerse un masaje ligero para las etapas avanzadas del embarazo;
  • tomar baños relajantes, ducharse;
  • nadar de manera suave;
  • disfrutar de emociones positivas asistiendo a exposiciones, conciertos de música clásica;
  • pasear más al aire libre;
  • dormir según sea necesario, al menos 9 horas al día;
  • preparar el "ajuar" del bebé;
  • dedicarse a actividades tranquilas que le gusten (tejer, coser, bordar, leer, dibujar);
  • asistir a clases de yoga para embarazadas;
  • trabajar con un psicoterapeuta;
  • cuidarse utilizando productos cosméticos neutros;
  • usar productos especiales contra las estrías;
  • prepararse para el parto, reuniendo todo lo necesario y obteniendo la tarjeta de intercambio;
  • realizar los exámenes médicos necesarios, reglamentados para este período.

Qué NO PUEDE hacer la futura mamá:

  • practicar deportes intensos;
  • realizar esfuerzos físicos pesados;
  • pasar mucho tiempo sentado frente al ordenador, la televisión;
  • limitar tus movimientos;
  • reducir la ingesta de alimentos con el objetivo de corregir el peso;
  • usar productos químicos domésticos con olores fuertes y propiedades agresivas;
  • estar en áreas con altos niveles de radiación, radiación electromagnética;
  • trabajar en industrias con condiciones laborales perjudiciales;
  • contactar con personas infectadas o con aquellas que han sido recientemente vacunadas con la vacuna oral contra la poliomielitis;
  • consumir bebidas alcohólicas, refrescos, bebidas de calidad no garantizada;
  • fumar, consumir drogas;
  • usar ropa y calzado que limiten los movimientos;
  • usar zapatos de tacón;
  • vestirse inapropiadamente para el clima;
  • ponerse nervioso, experimentar altibajos emocionales;
  • tomar medicamentos sin prescripción médica;
  • no seguir una alimentación saludable, ignorando la inclusión de vitaminas, minerales, proteínas, aminoácidos en la dieta;
  • levantar objetos pesados, inclinarse bruscamente, saltar e intentar correr;
  • bañarse en cuerpos de agua de calidad dudosa y permanecer mucho tiempo bajo el sol intenso;
  • si tienes tendencia a las alergias, introducir nuevos alimentos y bebidas en la dieta;
  • consumir frutas exóticas, zumos y mezclas a base de ellas;
  • tomar platos ahumados y grasos que contengan una gran cantidad de especias, aromatizantes y mejoradores de sabor artificiales.

Consejos útiles

La semana 37 es el momento en el que debes concentrarte únicamente en tu estado. No debes tomarte a pecho los problemas ajenos, preocuparte por los acontecimientos políticos o creer en rumores negativos no verificados. El estado de ánimo de la madre no solo es crucial para el buen término del embarazo, sino también para la energía que comparte con su futuro bebé. Y cuantas más emociones positivas haya, más alegre será la llegada de una nueva persona al mundo.

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