Calendario de embarazo en la semana 21
Qué sucede con el bebé
En la semana 21 de embarazo, en el diminuto cuerpecito del bebé aparece una capa protectora de color blanco-crema. Esta se forma a partir de los vellos caídos, células de la piel y secreciones de las glándulas sebáceas. La capa protectora llena principalmente los pliegues de la piel, protegiéndola de la acción irritante del líquido amniótico, en el cual el bebé permanecerá hasta el nacimiento.
De la madre al bebé pasan anticuerpos que lo protegerán de las infecciones que ella haya tenido. Esto forma lo que se llama inmunidad pasiva.
El propio bebé crece muy activamente y ya alcanza los 25,9 cm de longitud y pesa 416 g (ahora se puede comparar con un pomelo).
El bebé ya tiene todos los órganos del sistema endocrino funcionando plenamente: la hipófisis, la glándula pineal, las glándulas suprarrenales, el páncreas, la glándula tiroides y las glándulas paratiroides. Estos órganos producen las hormonas necesarias para un crecimiento y desarrollo normales.
Esta semana, el bebé desarrolla el aparato vestibular. Su función es determinar la posición del cuerpo en el espacio.
Qué sucede con la mamá
En la semana 21 de embarazo, la mayoría de las mujeres se sienten bien: llenas de fuerza, energía, y la barriga y el bebé en ella aún no son tan grandes como para causar un serio malestar a la mamá.
Algunas futuras mamás pueden experimentar acidez. Esta aparece porque el útero, al aumentar de tamaño, presiona el estómago, desplazándolo hacia arriba desde su posición habitual. Esto provoca que el contenido ácido del estómago se desplace hacia el esófago, causando así sensaciones desagradables.
Otras mujeres notan que la piel a los lados les pica mucho. La razón es la misma: la barriga en crecimiento estira la piel.
Barriga
Has pasado el ecuador de tu embarazo, y tu barriga es difícil de ocultar a los demás, ya que cada semana se hace más grande. Disfrutas con placer de los movimientos del bebé, que generalmente se manifiestan por la tarde, cuando te acuestas, pero también durante el día tu hijo te recuerda su presencia, a veces de manera bastante activa. Consultando con tu ginecólogo, puedes empezar a usar una faja prenatal, que puedes comprar en la farmacia, la cual sostendrá tu barriga en crecimiento y reducirá la carga en la zona lumbar. Si aún no has adquirido ropa de maternidad, es hora de hacerlo, ya que tu vestuario diario comprimirá la barriga, lo cual no es deseable.
Útero
En la semana 21, el útero se eleva aproximadamente un centímetro por encima del ombligo, y la altura de su fondo es de 21 centímetros desde el pubis. A medida que crece, el útero sigue presionando todos tus órganos internos, dificultando su funcionamiento normal y causando nuevas sensaciones de incomodidad. Se añade la falta de aire, se hace más difícil respirar y aparece malestar en el estómago después de comer. Ahora es el momento perfecto para empezar con la gimnasia respiratoria, que te enseñará a respirar correctamente y te ayudará durante el parto, cuando es importante saber controlar tu respiración para ayudarte a ti misma y a tu bebé.
Dolores
El crecimiento del útero va acompañado del estiramiento de los ligamentos, lo que puede causar dolores tirantes en los costados, no constantes y no intensos. La aparición de un dolor abdominal pronunciado, de carácter espasmódico con dolores en la parte baja de la espalda, es un síntoma de hipertonía uterina. Si te preocupan estos dolores, consulta a tu médico, él te recetará un tratamiento; generalmente se recomienda tomar un curso de suplementos de magnesio. A medida que te acerques al parto, te molestarán constantemente diversos dolores: la carga sobre la columna vertebral debido al crecimiento del abdomen, dolores en la zona pélvica debido al estiramiento de los ligamentos articulares y la preparación de los huesos pélvicos para el parto, dolores en las piernas debido a la congestión venosa y calambres periódicos – tendrás que lidiar con todo esto, ayúdate con una carga física adecuada, practica natación y descansa más.
Secreciones
Si son líquidas, transparentes y sin olor, su cantidad puede aumentar, pero si literalmente se derraman, debes estar alerta, ya que podría ser una fuga de líquido amniótico. Por lo tanto, si algo te preocupa, haz una prueba de fuga de líquido amniótico (las pruebas de almohadilla se venden en la farmacia) o acude al hospital de maternidad, donde te examinarán y también realizarán un diagnóstico rápido de fuga de líquido amniótico. El picor y las secreciones blancas abundantes pueden ser un signo de candidiasis – consulta a tu médico para tratarte antes del parto y no contagiar al bebé. La aparición de secreciones sanguinolentas de los genitales, especialmente si van acompañadas de dolores tirantes o agudos en la parte baja del abdomen, es motivo para una hospitalización urgente.
Acidez
Uno de los efectos desagradables del embarazo, generalmente relacionado con el útero en crecimiento que desplaza otros órganos internos hacia los lados. Evita los alimentos fritos, muy condimentados, marinados y ahumados. También abstente de frutas y bebidas ácidas, y no bebas agua con gas. Trata de no inclinarte hacia adelante justo después de comer. Si aparece acidez antes de dormir, coloca otra almohada debajo de tu cabeza. Si no sientes alivio, consulta a tu médico.
A algunas embarazadas les dan calambres en los músculos de la pantorrilla de vez en cuando. También es importante informar de esto al especialista que lleva el embarazo. Para detener rápidamente los calambres, se recomienda tumbarse en una superficie horizontal, estirar las piernas y tirar de los dedos de los pies hacia uno mismo.
Examen médico
Médicos
- La consulta con el obstetra-ginecólogo es necesaria si la embarazada presenta alguna queja.
Análisis
- análisis general de orina
- debes obtener los resultados del primer cribado – allí aparecen gráficos y cifras incomprensibles, por lo que revisamos los resultados con el médico tratante. Se consideran normales los indicadores de bajo riesgo, igual a 1:350, y se considera alto riesgo con indicadores de 1:250, pero estos datos son relativos y todo debe considerarse en conjunto: la presencia de enfermedades congénitas en los padres, en los hijos existentes, los datos de la ecografía y del cribado.
- En caso de resultados dudosos, se recomienda la consulta con un genetista y métodos adicionales de diagnóstico (amniocentesis o cordocentesis – extracción de sangre del cordón umbilical).
Exámenes
- En las semanas 18-21 te espera la segunda ecografía programada con doppler de los vasos sanguíneos del útero y la placenta. Este es el llamado segundo cribado, pero si la mujer no tiene patologías y los resultados del primer cribado son satisfactorios, se limitan solo a la ecografía diagnóstica.
- Al realizar esta ecografía podrás conocer el sexo del bebé, el médico observará el estado de la placenta, el cuello del útero y el cordón umbilical, evaluará el estado de los órganos internos del bebé, describirá su peso y tamaño aproximados.
- La dopplerografía permite detectar alteraciones en el flujo sanguíneo en los vasos del útero y la placenta, en caso de que existan, el bebé experimentará falta de oxígeno, lo cual afectará negativamente su desarrollo y causará problemas después del nacimiento.
Dificultades durante el embarazo
Calambres en las piernas
Suelen aparecer por la tarde y por la noche. La causa es la falta de potasio y calcio en el organismo. Para eliminar esta deficiencia, se prescriben complejos vitamínico-minerales especiales. Las quejas de dolor en las piernas pueden deberse al desarrollo de la enfermedad varicosa. Entre los factores de riesgo se encuentran el aumento de la masa del útero y su presión sobre la vena cava, la debilidad de las paredes de los vasos sanguíneos y las anomalías en su desarrollo, así como los fenómenos de estasis.
Desprendimiento de la placenta
La asistencia médica oportuna ofrece una gran posibilidad de conservar el embarazo incluso en casos de desprendimiento de gran extensión. Los síntomas de alerta son dolores en el abdomen, la espalda y hemorragias. Estos síntomas indican la necesidad de llamar inmediatamente a una ambulancia.
Infecciones TORCH
El término se forma a partir de las primeras letras de enfermedades como TOxoplasma (toxoplasmosis), Rubella (rubéola), Cytomegalovirus (citomegalovirus), Herpes (herpes). Estas infecciones son peligrosas si se contraen por primera vez durante el embarazo, ya que pueden causar malformaciones en el feto y aborto espontáneo. Constituyen una indicación para la interrupción del embarazo. Reducir el riesgo de infección es posible mediante la observancia de medidas de higiene y prevención, incluyendo la vacunación planificada seis meses antes de la concepción.
Posibles desviaciones de la norma:
- hipertonía uterina;
- diabetes gestacional;
- varices.
Qué se puede y qué no se puede
Con la llegada de la semana 21 del embarazo, comienza el período más tranquilo. El bebé ya se ha formado, pero su tamaño aún le permite sentirse libre en el útero. Crece intensamente, gana peso, se muestra activo, fortalece los tejidos óseos y musculares. Su sistema digestivo sigue desarrollándose. Se hace posible su primer contacto con la madre.
Qué PUEDE hacer la futura mamá:
- fortalecer su sistema inmunológico con paseos al aire libre, tomando vitaminas y minerales;
- practicar deporte con una carga dosificada para embarazadas;
- dormir según la necesidad, preferiblemente con acceso libre al aire fresco;
- no limitar su vida íntima, excluyendo impactos físicos bruscos;
- asistir a exposiciones, conciertos, clubes de intereses que fomenten emociones positivas;
- estar en la playa a la sombra, recibiendo de manera dosificada suaves rayos ultravioleta;
- llevar la gestión del hogar, limitando el levantamiento de pesos y la estancia prolongada cerca de aparatos de gas;
- hacerse masajes profesionales para embarazadas;
- tomar baños relajantes y calmantes;
- usar calzado que no apriete el pie y que no tenga tacones altos y figurados;
- socializar con amigos, salir a la naturaleza, bañarse en cuerpos de agua limpios.
Qué NO PUEDE hacer la futura mamá:
- hacer movimientos bruscos en la vida cotidiana y al practicar deporte;
- cargar la columna vertebral de manera desigual al llevar bolsas;
- levantar objetos pesados y mantenerlos en el aire durante mucho tiempo;
- usar ropa y calzado incómodos que aprieten el torso y las piernas;
- vestirse inapropiadamente para el clima;
- intentar controlar el aumento de peso;
- estar de pie durante mucho tiempo sin descansar;
- no cruzar las piernas al sentarse;
- sentarse en sillas sin respaldo;
- dormir boca abajo;
- tomar saunas o baños de vapor;
- estar expuesto a rayos ultravioleta brillantes durante mucho tiempo, incluyendo solariums;
- practicar deportes con alta carga funcional;
- tomar medicamentos, incluyendo suplementos biológicos, sin consultar a un médico;
- usar productos químicos domésticos agresivos;
- fumar, consumir bebidas alcohólicas o drogas;
- trabajar en condiciones laborales perjudiciales;
- estar en lugares con humo de tabaco o mal ventilados;
- andar en bicicleta o montar a caballo;
- contactar con personas infectadas, incluyendo aquellas con resfriados comunes.
Alimentación adecuada
En la semana 21 de embarazo se recomienda:
- Para la prevención del estreñimiento – productos lácteos fermentados, productos de harina de segunda calidad, verduras que contengan fibra, ciruelas pasas. También se recomienda tomar en ayunas por las mañanas una infusión de avena.
- Son beneficiosas las gachas, especialmente las de grano entero - trigo sarraceno, avena, cebada perlada, mijo, maíz. Son una fuente de vitaminas, microelementos y una reserva natural de energía. Los copos y los productos semi-preparados para desayunos ligeros contienen una cantidad limitada de nutrientes y no se recomiendan para las embarazadas.
- Debido al aumento del consumo de calcio, potasio, magnesio, fósforo y vitaminas en el organismo de la embarazada, se recomienda el consumo de requesón. También es rico en aminoácidos esenciales y proteínas.
- Como fuente de proteínas y grasas digeribles es necesario consumir carne magra cocida o al horno, dos veces por semana se puede sustituir por pescado. Es preferible consumir productos cárnicos y de pescado con verduras. Así se digieren más fácilmente.
- Para aliviar y prevenir la acidez se recomiendan los kiseles y purés. Tienen un efecto envolvente sobre la mucosa intestinal y gástrica, impidiendo la acción del exceso de jugo gástrico.
- Para evitar la sensibilización alérgica del organismo del feto, está prohibido el consumo de aromatizantes, alimentos en conserva, bebidas carbonatadas, colorantes alimentarios y productos semi-preparados.
- Debes comer de manera regular y en pequeñas porciones. Esto reducirá la carga en el tracto intestinal.
Necesidad de vitaminas y minerales
En la semana 21, la formación de los órganos y sistemas del feto está prácticamente completada. El futuro bebé está "aumentando" su masa, probando su sistema digestivo, formando glóbulos blancos y receptores del gusto. Ya tiene desarrollado el oído y comienzan a abrirse los ojos y a funcionar el bazo. Para todos estos procesos son necesarios recursos de vitaminas y minerales, que en el organismo de la madre a estas alturas ya están bastante agotados. Reponer su cantidad es la tarea número 1 para la semana 21.
Vitamina B1 (tiamina)
Es necesaria para la transmisión normal de los impulsos nerviosos en el cerebro, así como para mantener el tono muscular y uterino adecuado. Las fuentes incluyen espinacas, albaricoques secos, nueces, col, zanahorias, cereales, granos germinados y patatas.
Vitamina B2 (riboflavina)
Participa en la formación de glóbulos rojos, regula la función suprarrenal y contribuye al curso normal del embarazo. Las principales fuentes son los productos de origen animal.
Vitamina B3 (niacina)
Regula el metabolismo del colesterol y los carbohidratos, asegura el funcionamiento normal de los vasos sanguíneos y mantiene el nivel de hormonas sexuales. Las fuentes son pescado, huevos, carne y despojos.
Vitamina B5 (ácido pantoténico)
Garantiza los procesos regenerativos, participa en la formación de anticuerpos y afecta la respuesta inmunitaria. Fuentes: huevos, nueces, carne, aves, coliflor y verduras verdes.
Vitamina B6 (piridoxina)
Participa en los procesos metabólicos del organismo, establece la inmunidad innata para el niño y regula el funcionamiento de la placenta. Fuentes: cítricos, cereales, tomates, zanahorias, nueces y patatas.
Vitamina B7 (biotina)
Proporciona prevención de la diabetes en recién nacidos y ayuda a fortalecer el cabello y las uñas. Fuentes: plátanos, hígado, guisantes, naranjas, manzanas, leche y pescado de mar.
Vitamina B9 (ácido fólico)
La vitamina más importante para las embarazadas. Participa en el desarrollo del cerebro y la médula espinal, regula la división celular. Fuentes: tomates, verduras, hortalizas, nueces, legumbres, remolacha, plátanos y yemas de huevo.
Vitamina B12 (cianocobalamina)
Garantiza la correcta formación de la vaina de las terminaciones nerviosas en el feto y participa en el sistema hematopoyético. Fuentes: pescado de mar, mariscos, vísceras, aves y huevos.
Vitamina C (ácido ascórbico)
Esta vitamina no solo favorece la correcta absorción del calcio, sino que también fortalece las funciones defensivas del organismo tanto de la futura madre como del bebé en la semana 21 de embarazo. Participa activamente en los procesos metabólicos e influye en el futuro metabolismo del niño. Las principales fuentes de ácido ascórbico incluyen verduras verdes y frutas cítricas.
Vitamina A (Retinol)
La vitamina A juega un papel importante en la formación de los órganos de la audición y la visión del bebé en la semana 21 de embarazo. El aumento del volumen de sangre en el cuerpo de la madre durante este período puede causar una deficiencia de esta vitamina. El consumo diario de vitamina A ayuda a reducir el riesgo de mortinato. Las fuentes incluyen huevos de gallina y codorniz, quesos duros, mantequilla, aceite de hígado de pescado y zanahorias frescas.
Vitamina D (Colecalciferol)
La vitamina D es una vitamina especial que puede sintetizarse en el cuerpo bajo la influencia de los rayos ultravioleta. La falta de vitamina D puede llevar a un desarrollo incorrecto del sistema musculoesquelético del bebé y a la aparición de raquitismo. Por lo tanto, a partir de la semana 21 de embarazo, es importante incluirla en la dieta, especialmente si tienes acceso limitado a la luz solar. Las fuentes incluyen pescado marino, mantequilla, queso bajo en grasa, despojos de animales y peces, huevos de gallina.
Vitamina E (Tocoferol)
La vitamina E se considera una de las más beneficiosas para las mujeres al inicio del embarazo y en la semana 21. Actúa como antioxidante, protegiendo las células del cuerpo, y también mantiene el nivel de progesterona necesario para el desarrollo normal del embarazo en la semana 21 y más allá. La vitamina E también apoya el funcionamiento de la placenta. Las fuentes incluyen huevos, aceites, hígado, leche y requesón.
Vitamina K
La vitamina K incluye varias subgrupos, como K1, K2 y la sintética K3. Estas vitaminas juegan un papel importante en la formación del sistema circulatorio y aseguran su función, lo cual es necesario para el feto después de las 21 semanas de embarazo. Mantienen la coagulación normal de la sangre y pueden diluirla cuando es necesario. Las fuentes de vitamina K incluyen verduras, frutas, zumos, leche, kéfir, ternera, pollo y otros alimentos.
Calcio
El calcio es necesario para la mujer después de las 21 semanas de embarazo, ya que en este momento comienza el crecimiento activo del bebé, y sus sistemas y órganos ya están formados. El calcio es esencial para el desarrollo adecuado de los huesos y la formación de un sistema musculoesquelético saludable. La falta de calcio puede manifestarse en uñas quebradizas, cabello quebradizo y problemas de salud dental. Las fuentes de calcio incluyen sésamo, almendras, ajo, quesos, requesón, carne, aves, pescado, leche y cáscara de huevo.
Magnesio
El magnesio juega un papel en la formación del sistema nervioso del niño después de las 21 semanas. También apoya la función de la placenta y ayuda a aliviar los espasmos musculares, previniendo los partos prematuros. El magnesio contribuye a estabilizar el sueño de la mujer embarazada, lo cual es importante para el correcto desarrollo del feto. Las principales fuentes de magnesio incluyen plantas de hojas verdes, legumbres, frutos secos, cereales, semillas y pan integral.
Fósforo
El fósforo a las 21 semanas de embarazo asegura la correcta formación del cerebro, corazón, riñones e hígado del futuro bebé. También participa en el desarrollo de los futuros dientes y ayuda a absorber las vitaminas del grupo B, sin las cuales pueden surgir patologías. Las fuentes de fósforo incluyen mariscos, pescado, frutos secos, semillas, queso, carne, soja, huevos y requesón.
Potasio
El potasio es tan importante como el magnesio para las mujeres embarazadas. Mantiene el funcionamiento normal del sistema cardiovascular, regula la presión arterial y controla el funcionamiento de la placenta y el flujo sanguíneo útero-placentario. Para el niño, esto es crítico, ya que a través de la sangre recibe nutrientes y oxígeno. Las fuentes de potasio incluyen plátanos, patatas, melón, ciruelas pasas, naranjas, espinacas y pasas.
Sodio
El sodio participa activamente en el intercambio de sustancias entre las células y dentro de ellas. Es importante tanto para el futuro bebé como para la madre. La deficiencia de sodio puede llevar a la atrofia muscular y a la disfunción del sistema cardiovascular. El consumo diario de sal de mesa proporciona al organismo la cantidad necesaria de sodio.
Cromo
El cromo juega un papel importante en la regulación del metabolismo de los carbohidratos y la energía en el organismo. Es crucial que el niño reciba una cantidad suficiente de cromo a partir de la semana 21, ya que comienza la formación de la glándula tiroides. El cromo controla este proceso y regula las reacciones del cuerpo al aumento de insulina. Las fuentes de cromo incluyen huevos, tomates, setas, avena y ensaladas.
Cobalto
El cobalto está estrechamente relacionado con la vitamina B12 y es necesario para la regulación de los procesos metabólicos en el cuerpo de la futura madre y del niño después de las 21 semanas. Participa en la descomposición de proteínas, grasas y carbohidratos, así como en la absorción de nutrientes. El cobalto mantiene la función normal de la glándula tiroides y las glándulas suprarrenales. Las fuentes de cobalto incluyen pescado, calamares, huevos, sardinas, soja, tomates y codornices.
Cobre
A partir de la semana 21 de embarazo, la necesidad del organismo de cobre aumenta significativamente. La falta de cobre puede incrementar el riesgo de desarrollar cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas y vasculares, así como obesidad. Las fuentes de cobre incluyen ternera, cordero, carne de caballo, mariscos, frutos secos, trigo sarraceno, avena y perejil.
Hierro
En la semana 21 de embarazo, la deficiencia de hierro se convierte en un problema común entre las mujeres. Esta condición se acompaña de debilidad, apatía, palidez de la piel y dolor de cabeza, que pueden llevar a hipoxia y al desarrollo lento del embrión. El hierro se puede obtener de los siguientes alimentos:
- carne;
- vísceras;
- caviar;
- granadas;
- trigo sarraceno.
Selenio
El selenio es un antioxidante importante que ayuda al cuerpo de la mujer a deshacerse de sustancias nocivas y previene que lleguen al bebé. Apoya el funcionamiento de la placenta y protege al feto. Además, el selenio contribuye al crecimiento normal del tejido óseo y previene el retraso en el desarrollo del embrión. Las fuentes de selenio incluyen:
- salvado;
- semillas;
- pescado;
- requesón;
- huevos;
- judías;
- avena;
- lentejas;
- ajo;
- queso.
Silicio
A medida que avanza el embarazo, aumenta la carga sobre los vasos sanguíneos y el corazón. El silicio ayuda a limpiar los vasos de las placas de colesterol y a restaurar el flujo sanguíneo uteroplacentario normal. Este elemento es necesario para el correcto desarrollo del sistema cardiovascular del feto y la prevención de enfermedades vasculares congénitas. Las fuentes de silicio incluyen:
- alubias;
- agua mineral;
- avena;
- trigo sarraceno;
- maíz;
- guisantes;
- lentejas.
Zinc
En la semana 21, el feto gana peso diariamente, y el zinc juega un papel clave en la correcta ganancia de masa. La deficiencia de zinc puede llevar a problemas como un feto con bajo peso y retraso en el desarrollo intrauterino. Para asegurar una ingesta normal de zinc, se recomienda incluir en la dieta alimentos como:
- gambas;
- sésamo;
- ajo;
- arroz;
- almendras.
¡Importante! La elección de complejos multivitamínicos debe realizarse bajo la recomendación de su médico, obstetra-ginecólogo y/o terapeuta.
Consejos útiles
Si aparece picor, intenta no rascarte la piel, ya que los arañazos se inflaman fácilmente. Adquiere una crema o loción que calme e hidrate la piel. También hay productos específicos para embarazadas que ayudan a prevenir la aparición de estrías. Se pueden comprar en la farmacia. Si el picor no desaparece, visita al médico. Puede estar relacionado con un mal funcionamiento del hígado y requerir un examen adicional.
Es importante que el futuro papá recuerde que su esposa debe pasear al aire libre tanto como sea posible: establece como norma un paseo vespertino antes de dormir. Este será vuestro pequeño ritual, que os acercará durante el periodo de espera del bebé, y también ayudará a tu pareja a prepararse para el sueño nocturno (y cada semana es más difícil), a liberarse de las preocupaciones y a relajarse.
Ejercicios para futuras mamás
La actividad física es más necesaria que nunca para las embarazadas: no solo permite mantener los músculos tonificados, sino que también activa la circulación sanguínea. La carga ideal para las futuras mamás es la natación. Involucra todos los grupos musculares, relaja y, además, no ejerce presión sobre los órganos internos.
Prohibido: ejercicios de impacto, rutinas que involucren los músculos de la pared abdominal y cualquier entrenamiento en posición supina.
Malestares durante el embarazo
- Falta de aire. Surge debido a la presión del útero en crecimiento sobre el diafragma. Para aliviar las dificultades respiratorias se recomiendan paseos al aire libre, un sueño saludable y ejercicios físicos específicos.
- Acidez. Ocurre debido al reflujo del jugo gástrico hacia el esófago. No se debe beber bicarbonato de sodio. Es necesario ajustar el régimen alimenticio: comer con frecuencia, en pequeñas porciones, masticando bien.
- Movimientos demasiado activos del feto. Este síntoma puede ser peligroso, ya que podría indicar hipoxia fetal. Es imprescindible informar al médico.
- Dolores en la parte baja de la pelvis, a veces extendiéndose a la zona lumbar. Se producen debido al aumento del tono uterino. No se debe ignorar el síntoma, aunque al principio se puede intentar sentarse, relajar los músculos y pensar en otra cosa. Si el fenómeno se repite y los dolores aumentan, es obligatoria la consulta con el médico.
- Aparición de secreciones vaginales diferentes a las de las etapas iniciales. Si las secreciones cambian de color de blanco a verde, marrón o rojo, y se acompañan de dolor o malestar, la visita al médico es inevitable.
- Hinchazón en manos y pies. Es necesario comprobar el funcionamiento de los riñones. Es importante regular la ingesta de sal y no excederse en el consumo de líquidos.
- Sangrado de encías. Esto puede ser causado por problemas hormonales. Entre los tratamientos locales se recomiendan enjuagues con salvia y extracto de mirra, así como masajes de encías con un cepillo de dientes especial. Las alteraciones hormonales se corrigen con medicación, según la prescripción del médico.
Lista de verificación
- Visita programada al ginecólogo. Si durante la visita anterior no se realizó un examen vaginal, hacerlo en la semana 21.
- Medir la presión arterial y la temperatura, determinar el volumen del abdomen y la altura del útero, y evaluar las características del latido fetal.
- Realizar la segunda ecografía programada, en la cual se puede conocer el sexo del bebé, la presencia de patologías y el estado de la placenta.
- Según la indicación del médico, determinar el grupo sanguíneo y el factor Rh del bebé.
- Si en la semana 20 no se realizaron estudios genéticos, hacerlos en la semana 21.
- Realizar un estudio del funcionamiento del músculo cardíaco del futuro bebé. Según el diagnóstico del médico, puede que se necesiten estudios adicionales.
- Hacer análisis de orina y sangre para realizar exámenes clínicos generales.
- Hacer un análisis de sangre para la "prueba triple" - bajo indicaciones especiales.
- Elegir cursos para familias que se preparan para ser padres y comenzar a asistir a ellos.
- Comprar y aprender a usar una faja para aliviar la carga en la zona lumbar.
- Comprar nuevas prendas de ropa y calzado que no limiten los movimientos.
- Controlar la dieta y no comer de manera descontrolada.
- Adquirir y utilizar una crema antiestrías: el bebé empieza a ganar peso de manera intensa.
- Comenzar a establecer contacto táctil y sonoro con el bebé, ya que en este período ya es capaz de escuchar y abrir los ojos.