Calendario de embarazo en la semana 11
Qué sucede con el bebé
La semana 11 de embarazo se caracteriza por un crecimiento intenso del feto. Se le forma una cabeza grande, un torso de menor tamaño y brazos y piernas claramente definidos. Estos están pegados al abdomen. La longitud del feto es de hasta 7 cm, lo que corresponde al tamaño de un higo maduro. El peso del bebé en la semana once es de entre 11 y 15 g.
Para la semana 11, el bebé comienza a reaccionar a los estímulos externos. Ante ruidos fuertes o movimientos bruscos de la embarazada, se nota el movimiento del feto. Puede cambiar su posición dentro de la cavidad uterina, moviendo las piernas y los brazos. En la zona de las palmas de las manos y las plantas de los pies aparecen receptores táctiles. Estos reaccionan a los toques del cordón umbilical, los movimientos del líquido amniótico, entre otros. En la superficie de la lengua y la mucosa de la nariz aparecen los primeros receptores gustativos y olfativos, respectivamente.
Aumenta el diámetro del cordón umbilical. Esto está relacionado con el desarrollo de los vasos sanguíneos y el crecimiento de su diámetro. Gracias a esto, el feto en desarrollo recibe suficientes nutrientes y oxígeno. Los órganos internos y el sistema musculoesquelético crecen activamente. En las encías aparecen los brotes de los dientes. Para la semana 11, los riñones y el páncreas están casi completamente formados. Aparecen los primeros reflejos motores: el de succión y el de agarre.
En la semana 11, el feto desarrolla las cuerdas vocales, que estructural y funcionalmente no están maduras. Se completa la formación del aparato ocular, incluida el iris. De ella depende el color de los ojos del bebé después del nacimiento.
El riesgo de anomalías en el desarrollo después de la semana 11 es bajo. Para este momento, se observa la formación de los órganos internos y del sistema nervioso central. En el cerebro, se distinguen claramente dos hemisferios separados y el cerebelo. Determinar el sexo en la semana 11 es complicado, ya que los órganos sexuales están representados por estructuras primarias.
Qué sucede con la mamá
El organismo de la mujer en la semana 11 sigue cambiando. Estos cambios están relacionados con la influencia de las hormonas, cuyo equilibrio se modifica durante el proceso de gestación.
Cambios en el útero
A partir de la semana 11 de embarazo, su tamaño comienza a aumentar rápidamente. Esto se debe al crecimiento y aumento de peso intensivo del feto. En una ecografía de los órganos pélvicos, los especialistas observan que el útero casi ocupa toda la cavidad pélvica. No se observa un aumento del abdomen. Al palpar, el borde superior del útero se encuentra en la zona del sínfisis púbica. Esto lo determina el ginecólogo durante el examen rutinario.
Dolores en la parte inferior del abdomen
Están relacionados con el estiramiento de los ligamentos que sostienen el útero en la cavidad abdominal. El dolor es de carácter sordo y de intensidad moderada. Un síndrome de dolor intenso no es característico de un embarazo normal. En caso de malestar persistente, se debe consultar con un ginecólogo. El especialista realizará un examen físico y ginecológico, y también remitirá a la mujer a una ecografía de los órganos pélvicos. Esto permite determinar la causa del síndrome de dolor y, si es necesario, elegir el tratamiento adecuado.
Micción frecuente
– es un signo fisiológico del embarazo. Está causado por la presión del útero en crecimiento sobre la vejiga. Como resultado, su volumen disminuye. Además, la causa de la micción frecuente son los cambios en el equilibrio hormonal y el aumento del consumo de líquidos.
Dolores de cabeza
Con frecuencia acompañan a la mujer en la semana 11 de embarazo. Determinar su causa exacta a menudo es imposible. Pueden estar relacionados con el agotamiento, la ansiedad aumentada, el desequilibrio hormonal y el estrés. El dolor de cabeza puede surgir en enfermedades infecciosas como el resfriado común, la bronquitis, etc. Para la prescripción de analgésicos, se debe consultar con el médico ginecólogo.
Molestias y dolor en la zona lumbar
son característicos de este período del embarazo. La causa principal es el aumento de la carga sobre la columna vertebral debido al crecimiento del tamaño del feto y del útero. Si el síndrome de dolor es intenso y va acompañado de secreciones patológicas de la vagina o fiebre, se debe buscar atención médica de inmediato con el ginecólogo. Estos síntomas pueden indicar enfermedades graves o complicaciones del embarazo. Además, el dolor puede estar relacionado con escoliosis, osteocondrosis y otras patologías de la columna vertebral. Para realizar un diagnóstico diferencial, se debe consultar con un neurólogo o un ortopedista.
El aumento del tamaño del pecho en la semana 11 continúa
Esto está relacionado con el crecimiento de las estructuras glandulares y la hinchazón de los tejidos blandos, que se desarrollan debido a los cambios hormonales en el cuerpo. Los cambios en los senos van acompañados de una sensación de hormigueo y pesadez, así como de una mayor sensibilidad de la piel y los pezones. Estas manifestaciones son de carácter fisiológico y no son síntomas de ninguna patología.
Sudoración excesiva (hiperhidrosis)
La sudoración es característica de las embarazadas en el primer trimestre de gestación. Los cambios en el equilibrio hormonal y la gran cantidad de líquidos consumidos durante el día crean condiciones para una mayor circulación sanguínea en la piel y la hiperhidrosis. La sudoración es máxima por la noche. Para prevenir la sudoración, se recomienda a la mujer que evite los productos cosméticos y siga las normas generales de higiene. No es necesario utilizar ningún medicamento para eliminar la hiperhidrosis.
Secreciones vaginales
En la semana 11 de gestación, las mujeres pueden experimentar secreciones vaginales sin olor ni color. Estas secreciones son transparentes con un tono blanquecino. Se forman debido al aumento de la producción de moco en la vagina, provocado por el alto nivel de progesterona en la sangre. Si las secreciones contienen pus o tienen grumos parecidos al requesón, la embarazada debe buscar atención médica de inmediato. Estos cambios pueden ser un signo de candidiasis o infecciones de transmisión sexual. Además, estas enfermedades suelen ir acompañadas de otros síntomas: ardor y dolor en la zona pélvica, enrojecimiento e hinchazón de los labios genitales. Las enfermedades infecciosas agudas de los órganos genitales femeninos durante el embarazo representan una amenaza para la salud del bebé, ya que pueden causar malformaciones, e incluso un aborto espontáneo. Por lo tanto, a la paciente se le prescribe un tratamiento integral después de la consulta con el ginecólogo.
Hemorragias de diversas localizaciones
El aumento del volumen de sangre circulante debido a los niveles elevados de progesterona y el consumo frecuente de líquidos lleva a una mayor fragilidad de los vasos sanguíneos. Por eso, las mujeres durante el embarazo pueden experimentar hemorragias nasales. Si los vasos sanguíneos en la vagina se dañan durante el contacto sexual o un examen ginecológico, aparecen secreciones sanguinolentas. Estas pueden ser signos de enfermedades del sistema reproductor femenino, como la erosión glandular del cuello uterino, miomas, pólipos o patologías infecciosas. En caso de hemorragias vaginales, se recomienda buscar ayuda médica.
Elevación de la temperatura corporal a 37-37,5ºC
Para las embarazadas, estos valores de temperatura en la semana 11 son normales. Una leve hipertermia está relacionada con cambios en el fondo hormonal de la mujer. Es importante entender que si la temperatura elevada se observa en enfermedades respiratorias o en focos inflamatorios en el cuerpo, se considera un síntoma de dichas patologías. En este caso, se requiere seleccionar una terapia adecuada.
Fatiga rápida
Las mujeres embarazadas a menudo sienten fatiga y somnolencia aumentada. Esto va acompañado de cambios de humor no relacionados con causas externas. La principal razón de la fatiga y la inestabilidad emocional son los cambios hormonales en el cuerpo. Para reducir la intensidad de los síntomas, se recomienda aumentar el tiempo de sueño y descanso durante el día, así como normalizar la dieta.
Aumento del apetito
En la semana 11, los médicos consideran que es un fenómeno normal. Está relacionado con la desaparición de los signos de la toxicosis, caracterizada por náuseas y aversión a la comida. La recuperación del apetito puede llevar a un aumento de peso. Por lo tanto, la mujer debe controlar su ingesta de alimentos.
Cambios hormonales en el cuerpo
Conducen a cambios en las preferencias de olores y alimentos. Durante el embarazo, se observa una mayor necesidad de minerales y vitaminas, por lo que la mujer puede sentir el deseo de comer productos que antes evitaba, entre otros. Es importante señalar que algunas preferencias pueden volverse extrañas. Por ejemplo, una embarazada puede querer comer tiza o cal. Esto está prohibido, ya que dichos materiales contienen sustancias tóxicas para la salud.
Estado de la piel y el cabello
El aumento de la progesterona en la sangre se caracteriza por una mejora en el estado de la piel. En algunos casos, sin embargo, la piel puede volverse seca o grasa. Cualquier cambio está relacionado con la alteración del funcionamiento del sistema endocrino y no se considera un signo de enfermedad. Si una embarazada presenta acné, poros dilatados u otros síntomas de patologías dermatológicas, se le recomienda consultar a un médico. El dermatólogo realizará los estudios necesarios y prescribirá el tratamiento adecuado. Durante el embarazo, es común un aumento de la pigmentación de la piel en la zona del abdomen, que desaparece por sí sola después del parto.
Metabolismo
La velocidad del metabolismo aumenta entre un 15-20% hacia la semana 11 de embarazo. Esto se acompaña de un aumento fisiológico de peso, que varía entre 1 y 3 kg. Si se trata de un embarazo gemelar, el aumento puede ser de 5-7 kg. El abdomen apenas se nota, por lo que las personas a su alrededor pueden no percatarse del embarazo. Se recomienda a la mujer controlar su aumento de peso, ya que el desarrollo de obesidad empeora el pronóstico del parto y puede llevar a la diabetes gestacional.
Cambios en el funcionamiento del tracto gastrointestinal
El aumento del nivel de progesterona provoca la relajación de la musculatura lisa, por lo que en la semana 11 de embarazo pueden aparecer acidez y estreñimiento. Estas condiciones no requieren tratamiento a menos que representen una amenaza para la salud de la mujer. Si el malestar es significativo, el médico seleccionará un tratamiento sintomático adecuado.
Desarrollo de gemelos
La velocidad de desarrollo de los niños en un embarazo de gemelos a las 11 semanas corresponde al ritmo de crecimiento de un solo feto. La única diferencia es una ligera reducción en el tamaño del cuerpo. En el caso de gemelos, la longitud no supera los 3,9 cm y el peso es de 12 g. Es característico el desarrollo de la placenta o de dos placentas separadas. Esto último se observa en gemelos dicoriónicos.
El aumento de peso promedio en la mujer es de 500-700 g.
Los médicos señalan que a partir de la semana once de embarazo se recomienda dormir sobre el lado izquierdo. Si se duerme boca arriba, puede producirse una compresión de los vasos sanguíneos en la cavidad abdominal y alteraciones en la circulación sanguínea. Esto puede conllevar daños hipóxicos en el sistema nervioso del bebé.
Examen médico
Al registrarse en la consulta de maternidad antes de la semana 12 de embarazo, la embarazada puede recibir una pequeña ayuda económica. Al acudir a un centro médico, la mujer se somete a un examen completo.
Médicos
- ginecólogo. La mujer tendrá una visita programada con el especialista. Muchas embarazadas ya lo han visitado antes, por lo que una consulta repetida solo se realiza si hay alguna queja;
- médico de cabecera – en caso de enfermedades crónicas o su agravamiento. El especialista evalúa el estado general de salud y, si detecta alguna enfermedad, remite a la embarazada a un especialista "de cabecera";
- dentista. La caries y otras enfermedades en la cavidad bucal crean un foco de infección, desde donde las bacterias y otros microorganismos pueden propagarse por el cuerpo de la mujer. Un riesgo adicional es la influencia negativa de la infección en el niño en desarrollo;
- genetista. La consulta con él está indicada para la embarazada y su marido. El especialista determina el riesgo de desarrollo de patologías hereditarias en el niño.
Análisis
- El primer cribado prenatal con estudios bioquímicos, conocido como «doble test». Se realiza al final del primer trimestre del embarazo e incluye: ecografía, análisis de sangre para determinar los niveles de HCG (gonadotropina coriónica humana) y PAPP-A (proteína asociada al embarazo). Adicionalmente, se determina el nivel de progesterona. Estos estudios permiten detectar a tiempo desviaciones durante el embarazo y sospechar enfermedades hereditarias en el niño. Por ejemplo, un nivel extremadamente alto de progesterona es característico de enfermedades cromosómicas como el síndrome de Edwards, Down, etc.;
- Análisis general de sangre y orina para determinar el estado general de la mujer;
- Determinación bioquímica del nivel de glucosa en sangre;
- Coagulograma, que permite evaluar la función del sistema hemostático en la mujer;
- Estudios de sangre para infecciones: VIH, sífilis, citomegalovirus, etc.
Procedimientos
- Ecografía de cribado. Se realiza a la embarazada en la semana 10 o 11. El especialista determina si el feto corresponde a la edad gestacional, así como examina el lugar de implantación de la placenta. En la ecografía se determinan varias decenas de parámetros, como la circunferencia de la cabeza o la longitud cráneo-caudal. Estos permiten analizar el estado del feto y detectar anomalías en su desarrollo. La ecografía permite evaluar la actividad motora del feto, contar la frecuencia cardíaca, entre otros;
- medición del peso corporal y la presión arterial. El aumento de ambos parámetros empeora el pronóstico para la embarazada durante el periodo de gestación;
- electrocardiografía para evaluar el estado del músculo cardíaco.
Dificultades del embarazo
En la semana 11 de embarazo, una mujer puede desarrollar diversas condiciones patológicas.
Embarazo ectópico y coriónico
Si el embrión se encuentra en la trompa de Falopio o en las membranas del ovario, esto pone en riesgo la salud y la vida de la mujer. El embarazo ectópico es una indicación médica para la interrupción del embarazo. Esto se debe a que el crecimiento continuo del feto puede causar la ruptura de la trompa de Falopio y un sangrado masivo. Para detectar la patología, se realiza una ecografía y se determina el nivel de HCG en sangre. El nivel de gonadotropina coriónica humana es más bajo que en un embarazo normal. El embarazo ectópico se manifiesta en la mujer con un dolor abdominal sordo, acompañado de manchas de sangre. El riesgo de esta patología es mayor en pacientes con enfermedades inflamatorias del sistema genitourinario, antecedentes de abortos, así como anomalías en la estructura de las trompas de Falopio o del útero.
Intoxicación endógena
La intensidad de la toxicosis disminuye hacia la semana 11 de embarazo. La frecuencia de náuseas y vómitos se reduce, sin embargo, en el caso de un embarazo gemelar, los síntomas desagradables persisten. Si estos síntomas se intensifican, se recomienda a la mujer que consulte a su médico.
Interrupción del embarazo
La probabilidad de desarrollar un aborto espontáneo en la semana 11 es alta. Las principales causas son anomalías en el desarrollo del niño, aumento del tono muscular uterino, reacciones autoinmunes al feto, exacerbaciones de enfermedades somáticas crónicas e infecciosas, lesiones graves, entre otras. Un aborto espontáneo puede manifestarse con un dolor intenso en la parte inferior del abdomen y sangrado vaginal. Si se detectan estos síntomas, es necesario llamar a una ambulancia.
Detención del embarazo
La mayor probabilidad de detener el desarrollo del feto se observa en el primer trimestre. La patología termina con su muerte y aborto espontáneo. Las principales causas incluyen anomalías genéticas en el embrión, enfermedades graves de la mujer, etc. La detención del embarazo se manifiesta con secreciones sanguinolentas delgadas de la vagina, debilidad general, fiebre, espasmos y dolor tirante en la región pélvica, y una disminución del nivel de HCG en el análisis bioquímico de sangre. Para confirmar el diagnóstico, se realiza una ecografía del útero, durante la cual se determina la ausencia de latidos cardíacos en el niño. Si se confirma la patología, se indica un legrado de la cavidad uterina con posterior estudio histológico del material obtenido. Esto permite precisar las causas de la detención del embarazo.
Mola hidatiforme
Una enfermedad rara que se caracteriza por el subdesarrollo de los vasos sanguíneos en las vellosidades del corion. Durante un embarazo normal, estos vasos proporcionan nutrientes al feto en desarrollo, actuando como un lugar de intercambio de nutrientes y oxígeno entre la sangre de la madre y la del bebé. La causa principal del desarrollo del embarazo molar es la alteración del proceso de fertilización del óvulo. En este caso, el feto normal no se desarrolla.
Conservación de la menstruación
En la semana 11, las mujeres pueden seguir teniendo sangrados cíclicos vaginales. La conservación de la menstruación está relacionada con alteraciones hormonales y no representa una amenaza para la salud de la embarazada ni del bebé.
Infecciones intrauterinas
Las infecciones TORCH son una condición grave para las embarazadas. Este término en medicina agrupa la toxoplasmosis, la rubéola, la patología por citomegalovirus y por el virus del herpes. Estos patógenos, cuando infectan agudamente a la mujer, provocan graves malformaciones en el niño y abortos espontáneos. La detección de una infección TORCH durante el embarazo es una indicación para su interrupción. Para prevenir estas enfermedades, se recomienda la vacunación durante la preparación para la concepción, así como seguir las normas generales de prevención de patologías infecciosas.
Qué se puede y qué no se puede
El embarazo requiere que la mujer haga ciertos cambios en su estilo de vida y alimentación. Puedes informarte sobre ellos en una consulta con el obstetra-ginecólogo.
Qué PUEDE hacer la futura mamá:
- asistir a masajes y programas de fitness para embarazadas. Estos se diseñan teniendo en cuenta las características del cuerpo de la mujer en ese periodo específico;
- pasear al aire libre todos los días durante 2-3 horas. Esto ayuda a aumentar el nivel general de actividad física y la inmunidad;
- normalizar el horario diario. El sueño nocturno debe ser de al menos 8 horas. Además, los médicos recomiendan una siesta de una hora durante el día;
- mantener las relaciones sexuales. Los cambios hormonales con el aumento del nivel de progesterona incrementan la libido. Al mismo tiempo, el contacto sexual no conlleva consecuencias negativas para la mujer ni para el bebé. Es importante elegir posturas cómodas que eviten una penetración profunda;
- realizar procedimientos higiénicos y cosméticos. Antes de esto, es necesario consultar con el médico. El ginecólogo o el cosmetólogo pueden ayudar a elegir métodos y productos cosméticos seguros que no causen reacciones alérgicas o intoxicación;
- usar complejos multivitamínicos y de vitaminas y minerales aprobados por el médico tratante;
- realizar regularmente ejercicios de Kegel y gimnasia respiratoria. Esto tiene un efecto positivo en el estado general de salud, fortalece los músculos del suelo pélvico y favorece una respiración adecuada durante el parto;
- si tienes un alto nivel de ansiedad, bebe infusiones de hierbas con efecto calmante. La manzanilla, la melisa, el arándano rojo, la frambuesa y otras plantas tienen estas propiedades.
Lo que NO DEBE hacer una futura mamá:
- fumar, beber bebidas alcohólicas y consumir sustancias narcóticas. Está demostrado que provocan abortos espontáneos y el nacimiento de niños con múltiples malformaciones;
- usar medicamentos o suplementos sin la aprobación del ginecólogo;
- realizar cualquier tipo de estudios radiológicos, incluyendo la fluorografía y la tomografía computarizada;
- sufrir estrés severo;
- practicar deportes intensamente, especialmente levantamiento de pesas;
- continuar trabajando en entornos peligrosos, como en una fábrica química, entre otros;
- visitar saunas o baños. La alta temperatura aumenta el riesgo de aborto espontáneo;
- tener relaciones sexuales si hay un aumento del tono uterino o amenaza de aborto espontáneo;
- visitar salones de tatuajes o hacerse maquillaje permanente. Estos procedimientos pueden causar la transmisión de agentes infecciosos o la entrada de sustancias tóxicas en el cuerpo de la mujer;
- tener contacto con animales domésticos y salvajes. Son portadores de diversas infecciones, como la toxoplasmosis.
Alimentación adecuada
Durante el embarazo, se presta especial atención a la alimentación de la mujer. Los alimentos y platos que se consumen deben contener los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios.
En la semana 11 del embarazo se recomienda:
- mantener una adecuada hidratación, bebiendo 1,5-2 litros de líquidos al día. En este volumen se incluye agua normal, aguas minerales, zumos de frutas, compotas, zumo recién exprimido, tés de hierbas y normales, caldos y sopas. En ningún caso se debe beber 1,5-2 litros de agua adicional a estos líquidos. Esto podría causar hinchazón excesiva y aumento de la presión arterial;
- limitar las bebidas que contienen cafeína. Esto incluye cualquier tipo de café, té negro y verde. La cantidad de tazas consumidas al día no debe exceder de 2-3. La cafeína altera los procesos de metabolismo del calcio en el cuerpo de la mujer y puede causar deshidratación;
- evitar completamente cualquier tipo de comida rápida. Estos productos contienen grandes cantidades de azúcar, sal, ácidos grasos saturados y aditivos alimentarios. No aportan ningún beneficio nutricional. También se debe limitar el consumo de alimentos precocinados, bebidas gaseosas azucaradas, etc.;
- hacer comidas fraccionadas. Se recomienda hacer 3 comidas principales y 2-3 tentempiés. Para estos últimos se recomienda consumir frutas frescas o productos lácteos fermentados;
- La cantidad de calorías que se ingieren en la semana 11 debe estar entre 2200-2500 kcal. Si el embarazo es de gemelos, entre 2600-2800 kcal al día;
- La dieta debe incluir productos vegetales, lácteos o animales ricos en proteínas, carbohidratos de absorción lenta y ácidos grasos insaturados. Son indispensables para mantener la salud de la mujer y el desarrollo intrauterino normal del feto. Se recomienda comer carnes y pescados magros, verduras frescas, frutas, bayas, frutos secos, hierbas, frutas deshidratadas, cereales, pasta integral, semillas, leche, productos lácteos y fermentados;
- Se limita el consumo de productos dulces, salados y de harina. Son ricos en carbohidratos simples que se absorben rápidamente en el torrente sanguíneo, aumentando los niveles de glucosa e insulina. Este es el principal factor de desarrollo de la diabetes gestacional. También se excluyen los platos fritos, ahumados, marinados y grasos, que tienen un bajo valor nutricional;
- Se excluyen los alimentos que pueden causar intoxicación alimentaria o infección por parásitos. Esto incluye carne cruda, carne poco cocida, pescado crudo y mariscos, huevos de granja, quesos con moho, leche no pasteurizada, entre otros.
Los frutos secos son un producto único para las embarazadas. Son ricos en proteínas, carbohidratos complejos y ácidos grasos insaturados. Estos componentes permiten que el cuerpo del bebé se desarrolle de manera orgánica y previenen el desarrollo de malformaciones. Se pueden añadir a ensaladas y otros platos, o bien utilizarse como tentempié, añadiéndolos a los orejones y otros frutos secos.
Necesidad de vitaminas y minerales
En la semana 11 del embarazo, para el desarrollo normal del bebé se requieren diversos minerales y oligoelementos. Estos participan en los procesos de desarrollo del sistema nervioso, órganos internos, mineralización de los huesos y metabolismo. Además, todas estas sustancias son beneficiosas también para la mujer embarazada.
Vitamina B9 (ácido fólico)
es un componente indispensable para el desarrollo normal del sistema nervioso del bebé. Además, la vitamina participa en los procesos de formación del material genético (ADN y ARN), maduración de la placenta, previene la anemia y mantiene el funcionamiento del sistema inmunológico. Los siguientes alimentos son ricos en ácido fólico: hígado de ternera, bacalao y otros pescados, verduras, guisantes verdes, legumbres y cereales, pasta y productos de panadería de harina integral, levadura, frutos secos y productos lácteos fermentados.
Vitamina D (calciferol)
regula el metabolismo del calcio y el fósforo. Ambos minerales son necesarios para la maduración del tejido óseo, así como para el mantenimiento del funcionamiento normal del sistema cardiovascular. En caso de déficit de calciferol en la mujer, aumenta el riesgo de desarrollar procesos autoinmunes e inflamatorios, así como de aborto espontáneo. La vitamina D se encuentra en el hígado de bacalao, pescado, aceite de pescado, hígado, huevos, leche, productos lácteos fermentados, queso duro, mantequilla y aceite de maíz, así como en diversas verduras.
Vitamina E (tocoferol)
Pertenece a los antioxidantes que protegen el material genético de las células y su contenido de cualquier factor adverso. Una ingesta adecuada de tocoferol en el cuerpo de una mujer previene abortos espontáneos, trombosis y enfermedades inflamatorias. La vitamina E se puede encontrar en aceites vegetales no refinados, cereales, salvado, nueces y semillas, tomates, verduras, carne, yema de huevo, leche e hígado de ternera.
Vitamina K (filoquinona)
– componente principal para la formación de factores que favorecen la coagulación de la sangre. En su ausencia, las mujeres desarrollan hemorragias externas e internas, así como hemorragias en los tejidos blandos. La vitamina K se obtiene fácilmente con una alimentación adecuada. Es abundante en el hígado de ternera y de bacalao, mariscos, queso curado, productos lácteos fermentados y cualquier parte de las plantas.
Vitamina C (ácido ascórbico)
participa en el mantenimiento de la integridad de los vasos sanguíneos, normaliza el funcionamiento del sistema inmunológico y mejora la eliminación de toxinas del cuerpo de la embarazada. Su deficiencia conduce a hemorragias en las encías y anemia. Se ha demostrado el papel de la vitamina C en la prevención del desprendimiento de la placenta y los abortos espontáneos. El ácido ascórbico se encuentra en cítricos, albaricoques, melocotones, serbal, grosella negra y roja, col, pimiento dulce, acedera, berenjenas, col fresca, hígado de ternera y otros despojos, kumis, kéfir, quesos blandos y curados.
Calcio
Regula el proceso de formación del tejido óseo y de los dientes en el niño, además de participar en el mantenimiento del tono fisiológico de los vasos sanguíneos. Una ingesta adecuada del microelemento a través de la alimentación previene la osteoporosis en la mujer y problemas en la piel, el cabello y las uñas. El calcio participa en los procesos de coagulación de la sangre y regula la formación de hormonas. Su deficiencia intensifica los síntomas de la toxicosis. El mineral se encuentra en abundancia en el ajo, la col, el apio, la leche y los productos lácteos, el pescado, la clara de huevo, la amapola, las pastas y productos de panadería elaborados con harina integral, las bayas, la soja y el requesón.
Fósforo
Junto con el calcio, mejora el estado de los dientes y los huesos. El microelemento es una parte importante del ADN y el ARN. Estas son las moléculas responsables del almacenamiento de la información genética en la célula y la formación de proteínas. La mayor cantidad de fósforo se encuentra en el pescado y los mariscos. Además, para obtener este mineral, los médicos recomiendan consumir requesón, queso y cualquier tipo de verdura.
Yodo
Es el mineral principal que regula el funcionamiento de la glándula tiroides y es responsable de la formación de sus hormonas. En su ausencia, el niño puede desarrollar cretinismo y la mujer puede sufrir múltiples edemas. El yodo se encuentra en el alga marina, el pescado de mar y de río, el hígado de bacalao y la sal yodada.
Hierro
Es un componente de la hemoglobina. Es una proteína de los eritrocitos, responsable del transporte de oxígeno. En caso de deficiencia de hierro, una mujer puede desarrollar anemia ferropénica. Esta condición puede llevar a daños hipóxicos en el cerebro del niño durante el embarazo y otras consecuencias negativas. El hierro se encuentra en la carne y subproductos, pescado, hígado de bacalao, legumbres, trigo sarraceno, avena, col, apio, lechuga y otras verduras, manzanas, granadas, etc.
Potasio
Participa en el mantenimiento del equilibrio hídrico y salino normal y previene la hinchazón. Gracias a este microelemento, el líquido se desplaza dentro del organismo hacia el interior de las células. En caso de deficiencia, una mujer puede experimentar calambres, ya que el mineral previene los espasmos de la musculatura esquelética. El potasio se encuentra en frutas secas, plátanos, bayas, verduras y frutas, frutos secos, leche y productos lácteos fermentados.
Zinc
El mineral regula el funcionamiento del sistema inmunológico, el metabolismo y la reproducción celular. Su deficiencia afecta negativamente a los órganos del sistema reproductor y al cerebro. Se puede obtener una cantidad suficiente de zinc de los mariscos, carne de res, cerdo, pollo, semillas de plantas, espinacas y chocolate.
Magnesio
Un microelemento importante para la mujer y el niño. Participa en el metabolismo, previene mutaciones en el material genético, regula el nivel de glucosa en sangre y normaliza la presión arterial. Investigaciones modernas muestran que el microelemento protege las células del cerebro de factores dañinos, incluyendo el estrés y el insomnio. Encontrar magnesio en los alimentos no es difícil. Se encuentra en el agua potable común, semillas y frutos secos, legumbres, cereales, algas marinas, cacao, dátiles, sandías, queso curado, guisantes verdes, pan de centeno y otros productos integrales.
Cobre
Participa en el funcionamiento del sistema respiratorio y hematopoyético. Su deficiencia en el organismo altera las funciones de las células inmunitarias, lo que conduce al desarrollo de enfermedades inmunodeficientes o autoinmunes. El cobre se encuentra en abundancia en manzanas, albaricoques, bayas, tomates, patatas, legumbres, frutos secos y semillas de girasol y otras plantas.
Selenio
Un antioxidante importante que protege el material genético de daños. El microelemento participa en la formación de hormonas tiroideas, influyendo en su nivel. El selenio es capaz de neutralizar toxinas, acelerando su eliminación del organismo. Para obtener un nivel adecuado de selenio, se recomienda consumir carne, vísceras, pescado y mariscos, ajo, cereales y legumbres.
¡Importante! Elige el complejo multivitamínico solo bajo la recomendación del médico que lleva tu embarazo.
Consejos útiles
En la semana 11 y durante todo el embarazo, se recomienda evitar lugares con grandes concentraciones de personas. Esto permite protegerse de contraer enfermedades infecciosas que representan una seria amenaza para la salud del niño en desarrollo.
La tarea principal del futuro padre es preparar las condiciones para el recién nacido. Es importante planificar con antelación el lugar donde se ubicará, adquirir la ropa necesaria y los productos esenciales para su cuidado. Para reducir la carga psicológica de la embarazada, estas tareas pueden ser realizadas por el propio padre. Gracias a esto, el ambiente en la familia mejora y la mujer lleva el embarazo con mayor facilidad.
Ejercicios para futuras mamás
El ejercicio físico es una parte necesaria de la vida de cualquier persona, incluida la mujer embarazada. Se puede practicar en cualquier etapa del embarazo siempre que no haya contraindicaciones médicas. Consultar con un ginecólogo o un médico deportivo permite elegir el tipo de ejercicio más adecuado y determinar la frecuencia de los entrenamientos.
Para las embarazadas, son muy recomendables los ejercicios de respiración, así como los tipos de ejercicio aeróbico. Entre ellos se incluyen la marcha nórdica, los paseos al aire libre y la natación. Además, se realizan sesiones de pilates y yoga. Es importante destacar que todos los entrenamientos deben llevarse a cabo bajo la supervisión de un especialista. Si durante el ejercicio la embarazada experimenta mareos, dolor en la parte baja del abdomen, aumento o disminución de la presión arterial, debe interrumpir inmediatamente la actividad física y consultar a un médico.
Malestares durante el embarazo
Flatulencia (hinchazón abdominal). La causa del síntoma es la acumulación de gases en el intestino grueso, relacionada con el aumento de los procesos de fermentación debido a un alto nivel de progesterona. La hormona ralentiza la peristalsis intestinal, lo que lleva a una permanencia prolongada de los alimentos en su luz. La flatulencia no requiere tratamiento especial, ya que no amenaza la salud de la mujer ni del niño.
Alteraciones del tránsito intestinal en forma de estreñimiento o diarrea. Ambas condiciones se desarrollan en el contexto de un aumento del nivel de progesterona en la sangre. Esto altera la motilidad del intestino delgado y grueso. También se consideran factores que contribuyen al estreñimiento y la diarrea: alteraciones en el régimen de ingesta de líquidos, toma de medicamentos, bajo nivel de actividad física y intoxicación alimentaria. Si las alteraciones del tránsito intestinal persisten durante varios días, se recomienda consultar con un médico.
El ardor de estómago, que ocurre cuando el contenido del estómago se regurgita hacia el esófago. El jugo gástrico irrita la mucosa y provoca sensaciones desagradables en la mujer. El ardor de estómago se desarrolla debido a un mal funcionamiento del esfínter cardíaco, situado entre el esófago y el estómago, relacionado con el aumento de la producción de progesterona. La mujer experimenta incomodidad y dolor detrás del esternón, que se intensifica después de comer, con la actividad física y al mantener una posición horizontal prolongada. No se requiere un tratamiento especial. La ingesta fraccionada de alimentos y el uso de medicamentos antiácidos según la prescripción del médico alivian a la embarazada de las sensaciones desagradables.
Las enfermedades infecciosas agudas, que pueden ser leves para la mujer, pueden llevar a graves malformaciones en el niño o a un aborto espontáneo. En la embarazada, las enfermedades se caracterizan por la aparición de secreción nasal, tos y un leve aumento de la temperatura. Ante una patología infecciosa, se debe acudir inmediatamente al médico. El especialista realizará los exámenes necesarios y seleccionará una terapia que permita eliminar el agente causante y aliviar el malestar de la paciente. La automedicación es inaceptable, ya que muchos medicamentos están contraindicados durante el embarazo, y la patología infecciosa puede progresar rápidamente.
La candidiasis vaginal (conocida como "muguet") se desarrolla en el contexto de una leve inmunodeficiencia, que es característica de las mujeres embarazadas. La enfermedad está relacionada con microorganismos fúngicos del género Candida. En cualquier mujer, estos están presentes en pequeñas cantidades en la microflora vaginal normal. Sin embargo, el estado de inmunodeficiencia, los cambios hormonales y la hipotermia provocan su rápida reproducción, desarrollándose así la candidiasis. La candidiasis se manifiesta con la aparición de secreciones de aspecto similar al requesón, que tienen un olor ácido desagradable. Estas secreciones van acompañadas de picor y ardor en la zona de los genitales externos. Al prescribir medicamentos antifúngicos, el ginecólogo puede hacer que la candidiasis desaparezca sin dejar rastro.
La cistitis puede aparecer en cualquier etapa del embarazo. La causa principal de su aparición es el aumento del volumen de orina residual en la vejiga debido a la compresión del órgano por el crecimiento del útero. En la orina, los microorganismos bacterianos comienzan a multiplicarse activamente, causando los síntomas característicos de la enfermedad: micción frecuente, acompañada de escozor y dolor. Si a las bacterias se les une una infección viral, puede aparecer sangre en la orina. La enfermedad requiere un tratamiento complejo con el uso de antibióticos o medicamentos antivirales. Si progresa, se desarrolla cistitis crónica o pielonefritis con un curso grave.
Dolores en la zona lumbar. El aumento de peso y el tamaño del útero llevan a un cambio en la ubicación del centro de gravedad y a una redistribución del peso en el aparato locomotor de la mujer. Como resultado, en la semana 11 del embarazo, pueden aparecer molestias y dolores en la zona lumbar. No son un signo de ninguna enfermedad, sin embargo, se recomienda a la mujer que consulte a un médico. El especialista descartará la osteocondrosis y otras enfermedades de la columna vertebral, y si es necesario, seleccionará la terapia adecuada.
La enfermedad varicosa con afectación de las venas de las extremidades inferiores se observa en una de cada tres embarazadas en la semana 11. La enfermedad está relacionada con el aumento del volumen de sangre circulante, así como con la hinchazón que surge debido al alto nivel de progesterona. Para prevenir la progresión de las varices, se recomienda a todas las embarazadas usar medias de compresión. Estas solo deben ser seleccionadas por un médico.
Lista de verificación
- registrarse en la consulta de ginecología y visitar al médico ginecólogo;
- eliminar cualquier hábito perjudicial – fumar, consumir bebidas alcohólicas y sustancias narcóticas;
- aprender los principios de una alimentación saludable y seguirlos;
- normalizar el régimen de sueño y vigilia. Dormir al menos 8 horas durante la noche, complementándolas con una hora de siesta durante el día. Pasear regularmente al aire libre;
- seguir los principios de prevención de enfermedades infecciosas, por ejemplo, evitar el enfriamiento excesivo y el contacto con personas enfermas;
- usar cosméticos y productos de limpieza hipoalergénicos;
- la ropa debe ser cómoda y hecha de tejidos que permitan la "respiración" de la piel;
- en caso de sospecha de alguna enfermedad, acudir inmediatamente al médico ginecólogo. El especialista realizará un examen y pruebas adicionales, y si es necesario, prescribirá un tratamiento;
- usar calzado ortopédico. Los zapatos de tacón están prohibidos, ya que sobrecargan adicionalmente la columna vertebral;
- pesarse regularmente para controlar el peso corporal. Es suficiente con una medición cada semana por la mañana en ayunas y con un pijama ligero. Los resultados se anotan en un cuaderno especial;
- usar productos para el cuidado de la piel que prevengan las estrías;
- seguir los consejos del obstetra-ginecólogo durante el embarazo y la preparación para el parto;
- estudiar literatura especializada para padres.