Calendario de embarazo en la semana 10

Qué sucede con el bebé

En la semana 10 de embarazo, el futuro bebé sigue creciendo y desarrollándose activamente. Ya no se parece a un conjunto de células, sino que visualmente recuerda a un pequeño ser humano. En este período ocurren los siguientes cambios:
  • Se completa la formación de la placenta. La actividad del cuerpo lúteo disminuye gradualmente y su función es asumida por el lugar del bebé.
  • Se forman los músculos de la cavidad bucal. Aparecen receptores gustativos en la lengua. Los músculos masticatorios se desarrollan activamente.
  • El estómago adopta una posición anatómicamente correcta. El sistema digestivo sigue formándose.
  • Comienza el proceso de cierre del tubo neural. Posteriormente, se convertirá en la base de todo el sistema nervioso.
  • Los riñones, el hígado y el cerebro formados comienzan a funcionar activamente. Aún no pueden cumplir completamente con sus tareas asignadas, pero se transforman y desarrollan diariamente.
  • Los órganos sexuales ya se han formado. Con un buen aparato de ultrasonido, es posible determinar con alta precisión el sexo del embrión.
  • Se forma el diafragma en la cavidad torácica. Este separa dicho segmento de la cavidad abdominal.
  • La longitud del embrión alcanza los 9-10 cm. Su peso varía entre 9 y 13 gramos.

Qué sucede con la mamá

A las 10 semanas de embarazo, la mujer sigue experimentando todas las maravillas de la toxicosis. El tamaño del útero continúa aumentando. La cavidad del órgano reproductor ya no se parece a una pera. En este período, se asemeja a una esfera. Las transformaciones hormonales van acompañadas de cambios visuales en el cuerpo de la mujer y una reestructuración de las sensaciones internas.

Útero y anexos

En la cavidad del órgano reproductor, el futuro bebé sigue creciendo en longitud y ganando masa corporal. El útero tiene el tamaño de una naranja grande. En los ovarios, el cuerpo lúteo sigue funcionando, aunque a partir de este momento su diámetro comienza a disminuir. Esta glándula temporal produce progesterona para el curso normal del embarazo y previene las contracciones espontáneas. Pronto, sufrirá una transformación inversa y su función será asumida por la placenta. Durante la consulta, el médico aún no mide la circunferencia abdominal, ya que el tamaño del órgano reproductor no es lo suficientemente grande como para ser registrado.

Glándulas mamarias

Bajo la influencia del fondo hormonal, el pecho adquiere una forma más redondeada. Aumenta de tamaño y se prepara activamente para la lactancia. En las glándulas mamarias, los lóbulos aumentan cada día. Esto puede requerir un cambio de ropa interior, ya que el sujetador habitual se vuelve ajustado e incómodo. El pezón ya puede cambiar de color y volverse pigmentado. Sin embargo, en algunas mujeres, el proceso de oscurecimiento de la areola ocurre más tarde. En los pezones se hacen visibles las glándulas de Montgomery, que son puntos claros situados por toda la areola.

Vientre

Desde fuera, aún no se nota que la mujer se está preparando para ser madre. Ella todavía tiene el vientre plano. Sin embargo, la futura mamá nota transformaciones significativas. Para la semana 10 del embarazo, el útero comienza a salir de la cavidad pélvica. Aparece un pequeño bulto en la parte inferior del abdomen. Es especialmente notable en chicas delgadas. Si te acuestas de espaldas, puedes ver una protuberancia clara. Las mujeres con más cuerpo notarán este proceso más tarde debido a la presencia de una capa de grasa en el abdomen. Pero también en ellas, a las 10 semanas, se produce un pequeño aumento en el volumen del segmento inferior del abdomen, lo que puede sentirse mucho en la ropa.

Preferencias alimentarias

Las rarezas con las prioridades alimenticias están presentes en el 90% de las mujeres embarazadas. A unas les apetece lo salado, mientras que a otras les atrae lo dulce. La culpa de esto la tienen las hormonas y la toxicosis temprana. A las 10 semanas, las rarezas en los gustos alimenticios no desaparecen. En algunas mujeres, incluso se intensifican en este periodo. Debido al desarrollo activo del feto, puede surgir una deficiencia de vitaminas o microelementos. Esto es especialmente notable en mujeres que experimentan una toxicosis severa. Esto lleva a que tengan antojos de masticar tiza, comer cal, o probar combinaciones inusuales de alimentos, como helado con ajo.

La parte emocional

Los cambios de humor se vuelven menos pronunciados a las 10 semanas. Si antes una mujer podía llorar espontáneamente o reírse a carcajadas, ahora se vuelve más contenida. Sin embargo, las emociones siguen predominando sobre la razón. Por eso, las futuras mamás al final del primer trimestre son vulnerables, sensibles, susceptibles y requieren una atención especial. En gran medida, la parte emocional depende del ambiente familiar y de la actitud de las personas que las rodean.

Rutina diaria

Para las 10 semanas, la somnolencia excesiva en las futuras mamás desaparece. Si antes se acostaban temprano y se despertaban tarde, ahora su rutina se restablece. En este período, las mujeres pueden notar un aumento en su productividad. Ya no sienten la necesidad de pasar mucho tiempo en la cama. Surge el deseo de pasear más y de interactuar con el mundo que las rodea. Si al mismo tiempo disminuye la intensidad de la toxicosis, la futura mamá vuelve a su ritmo de vida habitual y se siente bien.

Estado de la piel y el cabello

Durante el embarazo, la mayoría de las mujeres notan una mejora en el estado de su cabello. Para la semana 10, se cae mucho menos y adquiere un brillo saludable. Esto puede estar relacionado con el hecho de que las futuras mamás dejan de usar productos químicos como tintes, lacas y productos de peinado. La piel, debido a los cambios hormonales, se vuelve más bonita. Desaparecen las erupciones y las inflamaciones localizadas en el rostro, las cejas se vuelven más gruesas y aparece un rubor saludable en las mejillas.

Libido

Al comienzo del primer trimestre, las futuras mamás a menudo rechazan las relaciones íntimas. Su libido disminuye debido al alto nivel de progesterona. Para la semana 10, este problema desaparece. El esposo puede notar que la mujer se ha vuelto más cariñosa y que su deseo de intimidad es más frecuente. Cabe destacar que este aspecto es individual para cada mujer. Por lo tanto, algunas mujeres pueden ser indiferentes a la intimidad durante todo el período gestacional.

Cambios en el cuerpo

Para la décima semana, puede aparecer una línea oscura en el área del abdomen de la futura mamá. Esta línea va desde el hueso púbico hasta el ombligo, y en un período más avanzado, se extiende más arriba. No hay que asustarse por estos cambios, ya que desaparecen por sí solos después del parto. Además, debido a los cambios hormonales, aparece un ligero vello en el área del pecho y alrededor del ombligo. El vello aumenta en las zonas íntimas: las axilas, las piernas y el área del pubis.

Estado de los órganos internos

A las diez semanas, el volumen de sangre circulante sigue aumentando. La carga sobre los vasos sanguíneos y el corazón se incrementa. Las futuras mamás notan que su pulso ha aumentado y su presión arterial ha disminuido. La causa es la redistribución del flujo sanguíneo en los vasos. La carga sobre los riñones aumenta, lo que lleva a un aumento de las ganas de orinar. La actividad intestinal reducida, que se observó en las primeras semanas, gradualmente vuelve a la normalidad.

Enfermedades crónicas

La mayoría de las futuras mamás tienen alguna enfermedad crónica. En las primeras etapas del embarazo, estas enfermedades rara vez se agravan, ya que no hay una carga significativa en el organismo. A las 10 semanas, la carga sobre los órganos internos aumenta. Esto a menudo lleva a la exacerbación de infecciones urinarias, enfermedades vasculares, patologías del sistema respiratorio, reacciones alérgicas y otras dolencias crónicas.

Sensación del bebé

A las 10 semanas, algunas mujeres dicen que sienten el movimiento del futuro bebé. Estas sensaciones se comparan con el nado de un pez o el estallido de burbujas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estas sensaciones son imaginarias. La mayor actividad intestinal y la formación de gases a las 10 semanas son confundidas por las mujeres con el movimiento del bebé. A pesar de que el bebé ya se mueve en el útero materno, su tamaño aún no permite que la futura mamá lo sienta.

Desarrollo de gemelos

El desarrollo de los gemelos también ocurre rápidamente. A las 10 semanas se forma la placenta, que protegerá de manera confiable a los bebés de la influencia negativa de factores externos. A diferencia de un embarazo de un solo bebé, el tamaño de los gemelos es de aproximadamente 5 cm. Su masa corporal total no supera los 10 gramos. Los bebés pueden estar en una misma bolsa amniótica y compartir la placenta o estar en bolsas separadas con placentas individuales. Esta característica del embarazo múltiple se puede conocer durante una ecografía.

Examen médico

Durante todo el período de gestación, la futura mamá necesita el acompañamiento de un médico. Para la semana 10, la mayoría de las mujeres ya se han registrado para el seguimiento del embarazo. Ahora deben visitar regularmente al obstetra-ginecólogo. Las visitas permiten evaluar el estado del organismo de la futura mamá y, si es necesario, identificar procesos patológicos en sus etapas iniciales. Además, el ginecólogo controla el desarrollo del feto y, si es necesario, ajusta el funcionamiento del organismo femenino.

Médicos

  • terapeuta – determina el estado general del organismo y detecta enfermedades crónicas que pueden ser peligrosas para la nueva situación;
  • oftalmólogo – realiza un examen de los órganos de la visión, ya que algunas patologías requieren la indicación de una cesárea;
  • neurólogo – identifica enfermedades neurológicas y psiquiátricas que pueden dificultar el embarazo;
  • cardiólogo – evalúa el funcionamiento del corazón, lo cual es muy importante debido a la carga aumentada sobre el músculo miocárdico;
  • dentista – evalúa la necesidad de saneamiento, ya que los dientes cariados son una fuente de infección.

Análisis

  • análisis general de orina – muestra el estado del sistema urinario y permite descartar infecciones;
  • frotis vaginal para flora – proporciona información sobre el estado del sistema reproductivo y descarta la presencia de infecciones ocultas;
  • análisis de coagulación de la sangre – descarta enfermedades que amenazan el embarazo (trombofilia);
  • análisis de sangre para infecciones TORCH – descarta enfermedades graves que pueden causar malformaciones en el feto o llevar a un aborto espontáneo;
  • bioquímica sanguínea – ofrece una imagen completa del estado del organismo de la mujer embarazada;
  • estudio del perfil hormonal – ayuda a determinar los niveles de progesterona y gonadotropina coriónica.

Procedimientos

  • ecografía – se prescribe según indicaciones en caso de sospecha de amenaza de interrupción del embarazo;
  • tratamiento con pastillas e inyecciones – es necesario en caso de indicaciones y patologías que amenazan la salud del futuro bebé;
  • colposcopia – se realiza a cada mujer en la semana 10 o 12;
  • examen bimanual – permite evaluar la correspondencia del tamaño del útero con la duración del embarazo;
  • ECG – se prescribe para evaluar el estado del corazón;
  • otros procedimientos – se recomiendan a las mujeres según indicaciones individuales.

Dificultades en el embarazo

La décima semana de embarazo tiene menos riesgos que las etapas más tempranas. Sin embargo, hasta el 40% de las mujeres se enfrentan a diversas dificultades durante el embarazo.

Aborto espontáneo

El riesgo de esta condición disminuye proporcionalmente a medida que avanza el embarazo. Para la semana 10, la probabilidad de que el feto deje de desarrollarse es mínima. Sin embargo, esto puede ocurrir. Los signos característicos de esta patología son dolores abdominales, sangrado y la desaparición repentina de los síntomas del embarazo. En la mayoría de los casos, cuando ocurre un aborto espontáneo, la mujer necesita intervención quirúrgica.

Amenaza de aborto

Muchas mujeres pueden enfrentarse a la amenaza de aborto al final del primer trimestre. En este período, la actividad del cuerpo lúteo disminuye, y la placenta aún no ha completado su formación. En caso de amenaza de aborto, se sienten calambres abdominales, puede haber sangrado, y durante una ecografía se puede observar el desprendimiento de las membranas fetales de la pared del útero. Para preservar la vida del feto, la futura madre necesita atención médica inmediata. Con mayor frecuencia, en este período, la mujer es hospitalizada en la unidad de patología del embarazo.

Insuficiencia cervical

Este estado se caracteriza por un acortamiento prematuro del cuello uterino y una apertura progresiva del orificio interno. Muchas mujeres no experimentan síntomas de esta complicación, por lo que se descubre accidentalmente durante un examen ginecológico. Si se detecta el problema a tiempo, hay muchas posibilidades de mantener el embarazo. La insuficiencia cervical requiere abstinencia sexual y tranquilidad emocional durante todo el período de gestación.

Retraso en el desarrollo del feto

Para la décima semana, el futuro bebé debe tener un tamaño determinado y corresponder a los parámetros aceptados. Si su longitud o peso estimado no se ajustan a las normas establecidas, se habla de un retraso en el desarrollo. También puede deberse a un cálculo incorrecto de la fecha, relacionado con un desplazamiento de la ovulación en el ciclo actual. Se puede obtener información más precisa más adelante, realizando ecografías de seguimiento. Un feto de bajo peso y pequeño tamaño también puede ser resultado de padres de complexión pequeña, lo cual es hereditario y no tiene un origen patológico.

Anomalías genéticas en el niño

Con mayor frecuencia, esta dificultad la enfrentan las mujeres mayores que dan a luz a su primer hijo. Por lo tanto, se recomienda a todas las futuras mamás, sin excepción, someterse a un estudio de cribado entre 1 y 2 semanas. Los resultados mostrarán la probabilidad de riesgo de anomalías congénitas. Si se detectan, se programa una consulta con un genetista y se plantea la cuestión de la viabilidad del embarazo. La decisión final siempre queda en manos de los futuros padres.

Curso severo de la toxicosis

A las diez semanas, no todas las mujeres experimentan una disminución en la intensidad de la toxicosis. Muchas continúan sufriendo síntomas desagradables. Para este momento, la mujer embarazada debería haber ganado entre 1 y 2 kg. Con un curso severo de toxicosis, vómitos frecuentes y aversión a la comida, puede observarse una pérdida de peso. Si esta es crítica, la futura mamá será hospitalizada y se le prescribirá tratamiento.

Exacerbación de infecciones genitourinarias

Debido al aumento de la circulación sanguínea en la pelvis, el incremento de la carga sobre el sistema excretor y el debilitamiento del sistema inmunológico, la futura mamá puede experimentar una exacerbación de enfermedades inflamatorias crónicas del sistema urinario. En este caso, la mujer se queja de dolores abdominales, escozor al orinar, secreciones extrañas de la vagina o cambio en el color de la orina. También puede aumentar la temperatura corporal. Es importante determinar la causa del malestar y, tras el examen, llevar a cabo un tratamiento integral.

Resfriado

A las 10 semanas, las pacientes experimentan una disminución en la defensa inmunológica. Este es un proceso biológico natural que permite mantener el embarazo. Sin embargo, la supresión de las propiedades defensivas del organismo viene acompañada de un aumento en los riesgos de infección. Por eso, muchas mujeres a las 10 semanas o antes se enfrentan a resfriados. Es importante no automedicarse y acudir inmediatamente al médico. El terapeuta recetará medicamentos para los síntomas catarrales y recomendará un esquema de tratamiento seguro de acuerdo con el tiempo de gestación.

Qué se puede y qué no se puede

En la semana 10 se completa la formación de los sistemas del embrión y comienza su crecimiento activo. Las funciones protectoras de la placenta resguardan al futuro bebé. Pero esto no significa que su madre pueda olvidarse de su nueva condición y llevar una vida habitual. A medida que avanza el embarazo, la posibilidad de una existencia despreocupada disminuirá rápidamente. Por eso, ya es necesario entender qué se puede hacer y de qué es mejor abstenerse.

Qué PUEDE hacer la futura mamá:

  • ir a trabajar – mantener la actividad física tiene un efecto positivo en el curso del embarazo y previene el aumento excesivo de peso;
  • tomar vitaminas y medicamentos recomendados – a las 10 semanas generalmente se continúa tomando ácido fólico y se empieza a tomar complejos multivitamínicos;
  • practicar deportes ligeros – los médicos recomiendan natación, caminatas, y asanas de yoga sencillas;
  • continuar con los estudios – en la semana 10 aparece mucho tiempo libre, por lo que se puede dedicar atención a la propia educación;
  • pasar tiempo con amigos – el embarazo no es una enfermedad y, si transcurre favorablemente, permite llevar una vida normal, ver a los amigos y viajar;
  • levantar no más de 2-3 kg – la barriguita aún no impide agacharse, pero la carga en la espalda ya está aumentada, por lo que es mejor levantar cosas pesadas desde una posición en cuclillas.

Lo que NO DEBE hacer una futura mamá:

  • beber alcohol – el alcohol inevitablemente llega al niño y altera el proceso de división celular;
  • consumir alimentos grasos, salados, fritos, ahumados – todo esto afecta negativamente el funcionamiento de los riñones y aumenta la probabilidad de enfermedades vasculares;
  • tomar pastillas para el dolor de cabeza y otros medicamentos sin prescripción médica – incluso una dosis mínima de medicamentos peligrosos puede tener un efecto teratogénico en el feto;
  • levantar pesos y someterse a esfuerzos físicos intensos – esto contribuye a aumentar la presión intraabdominal y eleva el riesgo de aborto espontáneo;
  • hacerse tatuajes y tatuajes permanentes – estos procedimientos están contraindicados durante el embarazo, incluyendo la semana 10;
  • llevar una vida activa, viajar, hacer deporte – siempre que haya riesgo de interrupción del embarazo o pueda perjudicar la salud de la futura mamá;
  • tomar baños calientes, ir a la sauna o al baño turco – el aumento de la temperatura puede llevar a una interrupción espontánea del embarazo en la semana 10.

Alimentación adecuada

Uno de los principales criterios para un embarazo saludable es llevar un estilo de vida sano y una alimentación adecuada. Los ginecólogos generalmente no dan recomendaciones específicas aplicables a la décima semana. Por lo tanto, la futura mamá debe entender por sí misma qué dieta será beneficiosa para el desarrollo del embrión en este período.
En la semana 10 del embarazo se recomienda:
  • Consumir más productos lácteos fermentados. Es importante elegir productos que contengan bacterias beneficiosas. Esta información se puede encontrar en el envase. En la dieta diaria de la futura mamá deben estar presentes yogures, kéfir y nata. Estos productos mantienen el equilibrio de microorganismos en el intestino, lo que fortalece el sistema inmunológico y previene problemas digestivos.
  • Consumir diariamente carne magra. Contiene una gran cantidad de proteínas, necesarias para la formación del nuevo organismo. Las carnes magras también previenen un aumento excesivo de peso y evitan el desarrollo de diabetes gestacional.
  • Incorporar en tu dieta verduras y frutas de temporada. Contienen muchas vitaminas y micronutrientes, cuya necesidad aumenta en la semana 10. La piel de las verduras y frutas contiene fibra. Las fibras gruesas eliminan sustancias nocivas del cuerpo y previenen el estreñimiento.
  • Preferir los carbohidratos lentos. No provocan la acumulación de grasa y proporcionan energía al cuerpo. En el menú diario deben estar presentes cereales, pasta de trigo duro y pan integral.
  • Comer mariscos. No es necesario elegir variedades exóticas, como pulpos y caracoles. Es suficiente comer pescado, algas marinas, gambas y calamares varias veces a la semana. Se caracterizan por su alto contenido en grasas saludables y una gran cantidad de vitaminas del grupo B.
Dado que en la semana 10 del embarazo disminuye la intensidad de la toxicosis en la futura mamá, surge la oportunidad de preparar comida saludable con alto contenido de vitaminas. En los cafés de comida rápida y restaurantes es difícil obtener alimentos saludables. Por lo tanto, durante el embarazo, especialmente en la semana 10, es recomendable cocinar en casa.
Reglas principales:
  • cocción completa de la carne, el pescado, los huevos y algunos productos de origen animal;
  • mínima cocción de las verduras, frutas y hierbas;
  • consumo de comida en pequeñas porciones;
  • cumplimiento del régimen de hidratación;
  • alimentación 4-5 veces al día.

Necesidad de vitaminas y minerales

A partir de las diez semanas, las futuras mamás suelen comenzar a tomar complejos multivitamínicos. La composición de estos preparados asegura la ingesta diaria de nutrientes beneficiosos para el organismo de la futura madre. Esto permite evitar la deficiencia de vitaminas y micronutrientes, que podría llevar a diversas complicaciones. Sin embargo, los suplementos sintéticos no siempre tienen la calidad adecuada, por lo que los ginecólogos ponen mayor énfasis en una alimentación variada y equilibrada.

Vitamina A

Si en las primeras etapas una porción adicional de retinol podría haber perjudicado al futuro bebé, a partir de la semana 10 es necesario que este vitamina ingrese adecuadamente en el organismo de la futura madre. En este período se produce la formación de los órganos de la vista y el oído, que en el futuro se desarrollarán y transformarán. La vitamina A participa activamente en estos procesos. Su deficiencia se acompaña de descamación de la piel y deterioro de la visión. Por lo tanto, a partir de la semana 10 es necesario consumir diariamente:
  • zanahoria fresca;
  • yema de huevo;
  • leche de vaca.

Vitaminas del grupo B

Un especial interés merece el ácido fólico o vitamina B9. Participa activamente en la formación del sistema nervioso y la médula ósea a las 10 semanas de embarazo. Además, la futura mamá necesita piridoxina, que los médicos llaman vitamina B6. Asegura el funcionamiento adecuado del sistema nervioso y suprime los altibajos emocionales. Para el organismo en crecimiento son importantes la riboflavina y la tiamina (B2 y B1). Controlan el metabolismo, ayudan a formar el cerebro del futuro bebé y controlan la circulación sanguínea entre la placenta y el bebé. Se puede obtener una cantidad suficiente de vitaminas del grupo B de los siguientes productos:
  • leche;
  • requesón;
  • kéfir;
  • carne;
  • patatas;
  • legumbres;
  • cereales integrales;
  • mariscos;
  • huevos;
  • col.

Vitamina C

Merece la debida atención el ácido ascórbico a las 10 semanas. La vitamina C asegura una inmunidad fuerte. Participa directamente en la formación de nuevas células en el organismo del feto y previene enfermedades peligrosas como el cáncer. La vitamina C se absorbe bien en el organismo femenino a las 10 semanas y se consume igualmente bien. Por lo tanto, en la dieta diaria es necesario incluir:
  • verduras de hoja;
  • varios tipos de col;
  • frambuesas rojas;
  • pomelos maduros;
  • zumo de limón;
  • pulpa de naranja.

Vitamina E

Hasta la semana 10 de embarazo, la mayoría de las futuras mamás se ven obligadas a tomar porciones adicionales de tocoferol para asegurar el correcto funcionamiento de los ovarios y del cuerpo lúteo. A partir de la semana 10, se puede prescindir de la porción adicional de píldoras y obtener la vitamina E de los alimentos:
  • pescados rojos grasos;
  • alga marina;
  • requesón con un 5% de grasa;
  • leche al 3%;
  • aguacate maduro.

Vitamina D

A partir de la décima semana, aumenta la necesidad de vitamina D para la futura mamá. Es necesaria para la formación del sistema óseo. Si antes el bebé tenía cartílagos, ahora se convierten en huesos fuertes. Se puede obtener la cantidad necesaria de vitamina D para la correcta absorción del calcio de los siguientes alimentos:
  • mantequilla;
  • pescado graso;
  • huevos de gallina;
  • carne roja.

Vitaminas del grupo K

Los componentes de esta subgrupo aseguran un flujo sanguíneo normal y el correcto funcionamiento de los vasos sanguíneos. A partir de la semana 10, son necesarios para la formación del sistema cardiovascular del bebé. En caso de deficiencia, los bebés nacen con patologías de la vista, los vasos sanguíneos y el corazón. Fuentes:
  • espinacas;
  • apio;
  • col;
  • pollo.

Potasio y magnesio

Estas sustancias son necesarias para el correcto funcionamiento del corazón de la futura mamá. En caso de déficit en la semana 10, se observa taquicardia, fatiga, debilidad muscular y mareos. Además, el potasio y el magnesio son necesarios para el futuro bebé. Participan en la formación de los vasos sanguíneos, los riñones y el hígado. Sin potasio y magnesio, aumenta el riesgo de aborto espontáneo. Las principales fuentes de estos microelementos beneficiosos son:
  • plátanos;
  • nueces;
  • higos;
  • orejones;
  • ciruelas pasas;
  • agua mineral.

Calcio y fósforo

Para que en la semana 10 la formación del bebé se desarrolle correctamente, necesita fósforo y calcio. El equilibrio de estos microelementos asegura una adecuada formación de los músculos maxilofaciales, los dientes permanentes y de leche, y ligamentos fuertes. Para asegurar un nivel adecuado de calcio y fósforo, la futura mamá debe consumir:
  • queso curado;
  • pescado rojo;
  • huevos de gallina;
  • hígado y riñones;
  • requesón.

Selenio y zinc

Estos elementos vitales son necesarios en la semana 10 de embarazo. Previenen la formación de tumores y son una medida preventiva contra enfermedades congénitas. El selenio y el zinc participan en la formación del sistema nervioso del bebé, regulan el funcionamiento del cerebro y aseguran un buen estado de la piel de la futura mamá. Las fuentes diarias de zinc y selenio son:
  • pescado de mar;
  • alga marina;
  • col blanca;
  • gambas;
  • maíz;
  • almendras;
  • lentejas.

Hierro y yodo

En la décima semana de gestación, el futuro bebé necesita hierro. Este previene la anemia y evita enfermedades graves del sistema cardiovascular. El yodo es igualmente importante al finalizar el primer trimestre. Previene enfermedades como el hipotiroidismo congénito. Puedes obtener hierro y yodo diariamente de los siguientes alimentos:
  • pescado;
  • huevos;
  • carne;
  • hígado;
  • caviar;
  • granadas;
  • feijoa;
  • aguacate;
  • uvas;
  • gambas.
¡Importante! Elige el complejo multivitamínico que te recomiende el médico que sigue tu embarazo.

Consejos útiles

A partir de las diez semanas, se debe prestar especial atención al estado de tu cuerpo, ya que sus parámetros aumentan rápidamente. Para prevenir las estrías, es necesario usar regularmente aceites cosméticos y cremas para el cuidado de la piel.
Para minimizar el riesgo de daño al bebé, es recomendable evitar el uso de productos químicos en los cosméticos. No se debe teñir el cabello, y si se desea cambiar de imagen, se deben elegir tintes seguros y aplicarlos sin tocar las raíces del cabello.
Para la décima semana de gestación, el estado emocional en la familia se estabiliza. El futuro papá sigue necesitando brindar apoyo psicológico y físico. En esta etapa comienza un período tranquilo. Si la esposa se siente bien, es el momento perfecto para hacer un viaje, dar paseos vespertinos y reanudar las relaciones íntimas.

Ejercicios para futuras mamás

El deporte en la semana 10 tiene un impacto positivo en la salud de la futura mamá. Sin embargo, si hay contraindicaciones o te sientes mal, es mejor posponer el fitness para el período postparto. Si no hay restricciones, puedes entrenar en el gimnasio bajo la supervisión de un entrenador o elegir un conjunto de ejercicios sencillos para entrenar en casa:
  • estiramiento de músculos – ayuda a controlar la intensidad de las sensaciones dolorosas y a relajarse en el momento adecuado, preparando los músculos para un parto natural;
  • yoga – algunas asanas para la semana 10 ayudan a relajar los músculos y las articulaciones, aliviando así la carga de la espalda y la zona lumbar;
  • step – si no tienes la posibilidad de caminar mucho, con el step puedes compensar la falta de actividad física.
Entre todos los entrenamientos en la semana diez, se puede destacar la aquagym. Ayuda a relajar los músculos, previene problemas de espalda, permite mantener una postura correcta y quema calorías adicionales.

Malestares durante el embarazo

Estreñimiento

A las diez semanas, las mujeres no suelen, pero a veces se enfrentan al estreñimiento. Sufren especialmente aquellas futuras mamás que ya tenían problemas digestivos anteriormente. La causa del tránsito intestinal infrecuente es el exceso de progesterona. El útero aún tiene un tamaño pequeño y no ejerce presión sobre el intestino. Por lo tanto, la futura mamá necesita revisar su dieta lo antes posible para deshacerse del estreñimiento.

Diarrea

Si una mujer tiene heces blandas regularmente en la semana 10, no hay motivo de preocupación. Se habla de diarrea cuando las heces son acuosas y se repiten más de 3 veces al día. La causa puede ser comida dañina, intoxicación, infección, así como el consumo de ciertas vitaminas. Por lo tanto, en caso de diarrea, es necesario buscar ayuda médica de inmediato.

Náuseas y vómitos

Estos acompañantes de la toxicosis pueden acompañar a la futura mamá también en la semana 10. Si los episodios de vómitos no se repiten más de 2 veces al día y no alteran el régimen alimenticio, no hay motivo de preocupación. En 1-2 semanas desaparecerán sin dejar rastro. Cuando el vómito agota a la futura mamá, causa deshidratación o pérdida de peso, es necesario buscar ayuda médica.

Dolor de cabeza

Hasta el 70% de las mujeres en 10 semanas sufren de dolores de cabeza periódicos. La mayoría de las veces esto está relacionado con la sensibilidad aumentada de las futuras mamás. Las pacientes reaccionan a las ondas magnéticas, cambios en las condiciones meteorológicas, falta de sueño o llevan mal el malestar matutino. No se debe soportar el dolor de cabeza, por lo que es necesario acudir al médico y averiguar qué medicamentos seguros se pueden tomar en este período.

Fluctuaciones de la presión arterial

Debido a la carga aumentada en el sistema cardiovascular, las futuras mamás en 10 semanas son más susceptibles a las fluctuaciones de los niveles de presión arterial. El espasmo vascular lleva a un aumento de sus valores, lo cual es una condición peligrosa. Los síntomas característicos son: dolor de cabeza, destellos ante los ojos, zumbido en los oídos. Soportar esta condición no solo es desagradable, sino también peligroso. Por lo tanto, si la presión aumenta en la semana 10, es necesario llamar a una ambulancia. Con la presión baja, hay apatía y somnolencia. En este caso, ayudan los remedios comprobados: una tableta de chocolate, té verde, masaje de cabeza.

Dolores abdominales

Las molestias en la zona epigástrica indican problemas digestivos. Si duele en el lado derecho, podría tratarse de patologías hepáticas. El malestar en el centro del abdomen sugiere patologías intestinales. Si las molestias se localizan en el segmento inferior y se repiten con regularidad, se sospecha de patologías del sistema genitourinario. En todos estos casos, es necesario acudir de inmediato a un médico para descartar condiciones peligrosas para el embarazo. Solo un médico puede determinar la causa del malestar y, si es necesario, prescribir un tratamiento.

Dolores de espalda

A las 10 semanas de gestación, el feto todavía tiene un tamaño bastante pequeño, por lo que no hay una carga significativa en la espalda. Sin embargo, muchas mujeres modernas, debido a un estilo de vida sedentario, tienen problemas con la columna vertebral. Al finalizar el primer trimestre, estos problemas se sienten especialmente fuertes. Además, las molestias en la zona lumbar pueden ser un signo de problemas renales. En ambos casos, es necesario realizar un examen y recibir recomendaciones individuales.

Resfriado

Uno de los principales malestares de la décima semana es el resfriado. Más del 30% de las mujeres se enfrentan a él. Los síntomas principales son: congestión nasal, tos, irritación de garganta y un leve aumento de la temperatura corporal. Si no hay un empeoramiento significativo del estado de salud, es suficiente con guardar reposo en cama, beber muchos líquidos y seguir una dieta saludable. Los signos del resfriado desaparecen en 5-7 días.

Empeoramiento de la cistitis

La inflamación de la vejiga es uno de los problemas comunes en las mujeres embarazadas. A las 10 semanas, el útero comienza a aumentar activamente su tamaño. El útero presiona la vejiga, lo que provoca un empeoramiento del proceso inflamatorio. Tratar la cistitis debe hacerse según el esquema del médico, por lo que no se puede manejar esta enfermedad por cuenta propia. El uso de remedios caseros puede tener un efecto contrario y perjudicar a la futura mamá.

Lista de verificación

  1. Si has estado posponiendo la visita al ginecólogo para registrarte, ahora es el momento perfecto para ir al médico.
  2. Como la barriguita empieza a crecer, es necesario revisar y, si es necesario, cambiar tu vestuario.
  1. A las 10 semanas, deberías comprar un sujetador nuevo, ya que la compresión de las glándulas mamarias puede causar problemas de salud en el futuro.
  2. Realiza todos los análisis para obtener información completa sobre tu estado de salud y, si es necesario, sométete a tratamiento.
  1. Hazte una ecografía si estás impaciente por conocer el sexo del futuro bebé, pero recuerda que hay una alta probabilidad de error.
  2. Habla con tu pareja sobre el nombre del futuro bebé para no posponer esta cuestión controvertida para los próximos meses.
  1. Abastécete de guías sobre el desarrollo del embarazo y la preparación para el parto, ya que el tiempo vuela muy rápido.
  2. Apúntate a una sesión de fotos, que es mejor hacer en una etapa temprana. Pronto aparecerán hinchazones y la talla de la ropa aumentará en 1-2 posiciones.
  1. Informa a tus familiares sobre tu nuevo estado si no lo has hecho antes. En unas pocas semanas será difícil mantener el secreto.
  2. Cuenta a tu jefe sobre tu embarazo, ya que tendrá que buscar un reemplazo y preparar el paquete de documentos para el pago de la prestación.
  1. Dejar los malos hábitos, si no se ha hecho antes. A las 10 semanas, el embrión ya es un bebé completamente formado, y la futura mamá necesita comprender toda la seriedad de lo que le está ocurriendo.

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