Calendario de embarazo en la semana 1
Qué sucede con el bebé
El primer día de la última menstruación en ginecología es el punto de partida del embarazo. Por lo tanto, en la primera semana de gestación, de hecho, no hay un óvulo fecundado ni un embrión. Este período se caracteriza por la preparación del endometrio del útero y del cuerpo de la mujer para la concepción.
Desarrollo de gemelos
Los gemelos pueden ser monocigóticos o dicigóticos. Esto se determina en el momento de la fecundación. Los obstetras y ginecólogos destacan las siguientes características de la concepción:
- Los gemelos monocigóticos aparecen cuando el cigoto, después de la fusión del óvulo y el espermatozoide, se divide en dos estructuras celulares separadas. En este caso, ambos embriones tendrán un conjunto genético idéntico, lo que lleva a una similitud externa entre los recién nacidos;
- Los gemelos dicigóticos están relacionados con la liberación simultánea de dos óvulos en el último ciclo menstrual de la mujer. Al ser fecundados por dos espermatozoides, se forman dos cigotos con diferentes conjuntos genéticos. Esto provoca diferencias externas entre los niños después del nacimiento.
El desarrollo de gemelos en la primera semana de embarazo no se considera en ginecología. Este es solo el tiempo que transcurre desde el primer día de la última menstruación. Se caracteriza por la preparación del endometrio para la implantación del embrión y el desarrollo de la placenta.
Los cambios en el cuerpo de la mujer corresponden al síndrome premenstrual: labilidad emocional, sensibilidad en los senos, aumento del apetito, molestias en la parte baja del abdomen, entre otros. Estas manifestaciones no son signos de embarazo, sino que se presentan en cada mujer durante el período premenstrual.
Qué sucede con la mamá
Para la maduración (ovulación) del óvulo, su salida del ovario y el encuentro con el espermatozoide, se requieren desde unas pocas horas hasta varios días. Así, la viabilidad del óvulo se mantiene durante 12-48 horas después de la maduración, mientras que los espermatozoides conservan su capacidad de fertilización hasta 4-6 días.
De este modo, la concepción en realidad ocurre en la segunda o tercera semana, y en los primeros siete días la prueba de embarazo dará un resultado negativo.
No se producen cambios especiales en el cuerpo de la futura mamá por el momento, salvo que pueden aparecer sensaciones similares al síndrome premenstrual (SPM): cambios de humor, ligera sensibilidad al tocar los senos, aumento del apetito, sueño irregular, dolor de cabeza, tirones en la parte baja del abdomen, etc.
Examen médico
No es necesario prescribir estudios de laboratorio o instrumentales, ya que no mostrarán la presencia de embarazo. Los especialistas recomiendan observar la ovulación durante este período de preparación para el embarazo. Para ello, se realizan mediciones regulares de la temperatura basal, se utilizan tests de ovulación o foliculometría. La ecografía de los ovarios y el útero, determinando la preparación para la liberación del óvulo, permite elegir el momento óptimo para la concepción.
Dificultades en la gestación
No existen amenazas ni riesgos para el futuro feto, ya que aún no ha habido concepción. Sin embargo, los médicos obstetras señalan que en este momento ya es necesario seguir las reglas de un estilo de vida saludable y normalizar la dieta.
Qué se puede y qué no se puede
Para prepararse para la concepción, es necesario poner en orden tu estilo de vida. Esto permite aumentar la probabilidad de concepción y crear condiciones favorables para el desarrollo del embrión.
Qué PUEDE hacer la futura mamá:
- una mujer en la primera semana de embarazo puede realizar cualquier actividad que no tenga un impacto negativo en su salud. Por ejemplo, ir a masajes, tener relaciones sexuales, comer frutas y verduras frescas, etc.;
- antes de la concepción, se recomienda que la mujer y su pareja consulten con un médico sobre el embarazo próximo. El especialista les explicará cómo prepararse para el parto y qué necesitará el bebé después de nacer.
Qué NO PUEDE hacer la futura mamá:
- beber alcohol y consumir drogas. Está prohibido fumar cigarrillos, narguile, etc.;
- usar suplementos dietéticos y medicamentos sin consultar con un médico;
- realizar cualquier tipo de estudios radiológicos;
- someterse a esfuerzos físicos intensos;
- trabajar en entornos laborales con condiciones perjudiciales, por ejemplo, en contacto constante con sustancias químicas.
Alimentación adecuada
El organismo de la mujer antes del embarazo y en las primeras semanas necesita una gran cantidad de nutrientes, vitaminas y microelementos. Para obtenerlos, se recomienda diversificar la dieta, excluyendo los productos nocivos.
En la primera semana de embarazo se recomienda:
- incluir en la dieta diversos vegetales, frutas, frutos secos, carne magra y pescado, leche, productos lácteos fermentados, cereales, huevos, etc. Una alimentación variada permite aumentar la cantidad de vitaminas y minerales que ingresan al organismo;
- excluir la comida rápida y los platos perjudiciales: fritos, salados, marinados, ahumados, etc. Todas las embarazadas deben limitar la repostería y las bebidas gaseosas;
- la cantidad diaria de calorías que se ingieren no debe ser inferior a 2000 kcal;
- es imprescindible seguir un régimen de hidratación. Durante el día se deben beber 2 litros de líquidos. Este volumen incluye agua normal, té, zumo de frutas, caldos y sopas;
- limitar el consumo de café y bebidas con cafeína, incluyendo el té verde y negro.
Vitaminas y minerales
Los oligoelementos y las vitaminas participan en el desarrollo intrauterino del niño, así como en el mantenimiento de la salud de la mujer durante el embarazo. Se obtienen de los alimentos, bebidas y también de los suplementos dietéticos, después de ser prescritos por el médico.
Vitamina A (retinol)
Participa en el mantenimiento del funcionamiento de las células de todo el organismo, en la maduración de la placenta y de los órganos internos del embrión. En caso de déficit en la madre, se reduce la agudeza visual, especialmente durante la noche. Se puede obtener vitamina A de alimentos que contienen grasas: aceites vegetales, requesón, quesos duros, hígado de ternera, yema de huevo, nata, así como de diversas verduras y hortalizas.
Vitamina B1 (tiamina)
Asegura el mantenimiento de un nivel normal de presión arterial gracias a su influencia en el tono de los vasos sanguíneos. Además, regula el metabolismo y el funcionamiento del sistema nervioso. Si la tiamina no se ingiere en cantidades suficientes a través de los alimentos, aumenta el riesgo de desarrollar preeclampsia en la mujer, caracterizada por intoxicación y cambios en la presión arterial. La vitamina se encuentra en cereales, pasta de trigo duro, salvado, legumbres, frutos secos, bayas, verduras, frutas, carne y huevos.
Vitamina B2 (riboflavina)
Normaliza la absorción de hierro del tracto gastrointestinal y previene el desarrollo de anemia ferropénica. Asegura la formación de tejidos esqueléticos y musculares en el embrión en las etapas iniciales de su desarrollo. La hipovitaminosis durante la gestación puede causar alteraciones en la formación del sistema nervioso del niño. Se puede obtener riboflavina de alimentos simples: hígado, leche y productos lácteos, huevos, cereales, legumbres, col, pepinos, lechuga y otras verduras, albaricoques, etc.
Vitamina B3 (ácido nicotínico)
Normaliza el metabolismo, por ejemplo, del colesterol y otros lípidos. Asegura un nivel estable de presión arterial. El ácido nicotínico participa en el funcionamiento de los órganos digestivos, como el intestino y el hígado. Alimentos con vitamina: carne de animales y despojos (hígado, riñones), leche y productos lácteos fermentados, cereales y legumbres.
Vitamina B5 (ácido pantoténico)
Es necesaria para el funcionamiento del sistema nervioso y los órganos endocrinos, principalmente la glándula tiroides y las glándulas suprarrenales. La deficiencia en el niño durante el desarrollo intrauterino altera la producción y el mantenimiento de niveles hormonales estables, lo que afecta negativamente su desarrollo. El ácido pantoténico se encuentra en el hígado y riñones de res, huevos, productos de harina integral, espárragos y col.
Vitamina B6 (piridoxina)
Regula el proceso de formación de nuevas células sanguíneas, el funcionamiento del sistema nervioso y el metabolismo. La hipovitaminosis puede llevar a un aumento de los síntomas de la toxicosis y a una disminución de la presión arterial. Para obtener una cantidad suficiente de piridoxina a través de la alimentación, los médicos recomiendan comer carne, pescado y mariscos, huevos, legumbres, diversos cereales, frutos secos, verduras, hortalizas y bayas.
Vitamina B9 (ácido fólico)
Es necesaria para el desarrollo normal de los órganos internos y del sistema nervioso del embrión. La deficiencia se caracteriza por graves malformaciones en el desarrollo del niño, que pueden ser incompatibles con la vida y llevar a un aborto espontáneo. Se recomienda a la mujer utilizar suplementos con vitaminas varios meses antes de la concepción para reponer sus reservas en el organismo. Alimentos con ácido fólico: leche y productos lácteos fermentados, quesos duros, pasta de harina integral, verduras y otros.
Vitamina B12 (cianocobalamina)
Previene el desarrollo de la anemia durante el embarazo, además de participar en la división celular del embrión. La hipovitaminosis está relacionada con alteraciones en los procesos de formación de sangre en el niño y la madre, así como con patologías intestinales y hepáticas. Se puede obtener cianocobalamina del hígado de ternera, carne, mariscos y leche.
Vitamina C (ácido ascórbico)
Normaliza el tono de las paredes vasculares y mantiene una alta actividad del sistema inmunológico. Esto permite a las células inmunitarias prevenir enfermedades virales y bacterianas en la madre. Con una ingesta adecuada de vitamina en el organismo, se reduce el riesgo de hemorragias nasales y enfermedades varicosas. El pimiento, cualquier tipo de verdura, grosellas negras y rojas, escaramujo, limón, naranjas, pomelo y espino cerval de mar son ricos en ácido ascórbico.
Vitamina D (calciferol)
El principal regulador del metabolismo del calcio y el fósforo en el organismo. El calciferol asegura el desarrollo normal del tejido óseo y los dientes del niño durante el período intrauterino, así como previene trastornos vasculares en la madre. Alimentos con vitamina: hígado de res, carne, pescado y mariscos, yema de huevo, leche y productos lácteos.
Vitamina E (tocoferol)
Es uno de los antioxidantes más potentes. Bloquea los radicales libres y las toxinas que pueden dañar las células del organismo y su material genético. El tocoferol reduce la intensidad de los procesos inflamatorios en los órganos internos, así como disminuye el riesgo de aborto espontáneo y patologías del embarazo. La vitamina se encuentra en aceites vegetales no refinados, frutos secos, legumbres, huevos, guisantes frescos, hígado de bacalao, leche, productos lácteos fermentados y verduras.
Vitamina K (filoquinona)
Participa en la formación de factores de coagulación de la sangre. Su deficiencia en mujeres aumenta el riesgo de desarrollar hemorragias externas e internas, así como el desprendimiento de la placenta. La vitamina K se obtiene a través de los siguientes alimentos: col, tomates, escaramujo y cualquier tipo de bayas.
Vitamina H (biotina)
Es necesaria para la formación de ácidos grasos y aminoácidos, que son componentes de las grasas y proteínas, respectivamente. La hipovitaminosis se caracteriza por trastornos neurológicos, insuficiencia placentaria y retraso en el desarrollo del niño. La biotina se encuentra en el hígado de ternera, huevos, leche, requesón, levadura, legumbres y frutos secos.
Hierro (componente de la hemoglobina)
Es una proteína compleja que transporta oxígeno desde los pulmones a los órganos internos y al sistema nervioso. La deficiencia de este mineral conduce a anemia ferropénica. Esta patología está relacionada con una hipoxia progresiva que perjudica la salud de la embarazada y del niño en desarrollo. Una anemia severa puede causar partos prematuros. El hierro se puede obtener del hígado de ternera, riñones y carne, legumbres, trigo sarraceno, espinacas, lechuga y cebolla, manzanas y bayas.
Calcio
El componente principal del tejido óseo. Sus sales proporcionan la resistencia de los huesos y previenen las fracturas. Además, el mineral es necesario para el funcionamiento normal del sistema cardiovascular, digestivo y nervioso. La deficiencia de calcio se caracteriza por trastornos de la coagulación sanguínea, presión arterial baja, debilidad general, estreñimiento, entre otros. Productos con este microelemento: huevos, ajo, verduras y hortalizas, leche y productos lácteos, quesos, legumbres y frutos secos.
Yodo
Garantiza la formación de hormonas en la glándula tiroides. Su deficiencia durante el embarazo provoca el desarrollo de bocio en la mujer y cretinismo en el niño después del nacimiento. Esta condición se caracteriza por un subdesarrollo del cerebro y es irreversible. Para obtener una cantidad suficiente de este microelemento, es necesario consumir pescado de mar, hígado de bacalao, sal yodada o algas marinas.
Manganeso
Participa en los procesos de hematopoyesis, absorción de vitaminas del grupo B y hierro del intestino. La falta de este microelemento se caracteriza por alteraciones inmunitarias de diversa gravedad. El manganeso se encuentra en cereales, frutos secos, legumbres, cacahuetes, lechuga, dátiles, ciruelas, plátanos, té, miel, patatas, pan, entre otros.
Magnesio
Un oligoelemento importante, necesario para el funcionamiento del corazón, los vasos sanguíneos y el sistema nervioso. La deficiencia de magnesio se caracteriza por alteraciones en los procesos de formación del tejido óseo en el feto y aumenta el riesgo de desarrollar raquitismo después del nacimiento. Este oligoelemento se encuentra en diversos alimentos, como las legumbres, los frutos secos, la cebolleta, las bayas y el agua corriente.
Cobre
Participa en varios procesos enzimáticos. Entre ellos se incluyen el metabolismo, la formación de hemoglobina en los eritrocitos, etc. La falta de este mineral se manifiesta en una anemia severa que no se corrige con suplementos de hierro, así como en alteraciones en el desarrollo del sistema nervioso. El cobre se encuentra en el hígado de animales, aves y peces, en las patatas, los frutos secos, las verduras y las frutas.
Cromo
Previene el desarrollo de la diabetes durante la gestación, ya que normaliza el nivel de glucosa en sangre y el metabolismo de los carbohidratos en general. Con una ingesta adecuada en el organismo, este oligoelemento reduce los riesgos de patologías cardiovasculares y endocrinas en la mujer y el niño. El cromo se puede encontrar en las zanahorias, las bayas y el maíz tierno.
Selenio
Es un antioxidante que trabaja en las células junto con la vitamina E. El mineral apoya la actividad del sistema inmunológico y previene el desarrollo de enfermedades infecciosas. La deficiencia de selenio aumenta la probabilidad de daño al material genético (ADN y ARN) por formas activas de oxígeno y toxinas. Alimentos con este microelemento: pan y pasta de harina integral, carne, pescado y mariscos, legumbres y frutos secos.
Fósforo
En el cuerpo de una mujer embarazada realiza varias funciones: regula el funcionamiento de los riñones mediante la modificación de la acidez de la orina, forma parte del tejido óseo y asegura una alta velocidad del metabolismo. La deficiencia de este mineral altera el metabolismo del calcio, lo que afecta negativamente al estado del sistema musculoesquelético y cardiovascular. El fósforo se encuentra en abundancia en la carne, pescado, leche y productos lácteos, huevos, frutos secos y bayas.
Consejos útiles
En la primera semana de embarazo se recomienda descansar, por ejemplo, hacer un pequeño viaje. Esto permite mejorar el bienestar psicológico de la mujer y evitar la ecología desfavorable de las ciudades.
Una recomendación importante de los médicos para los futuros padres es deshacerse de los malos hábitos. El tabaquismo pasivo al que está expuesta la mujer provoca cambios en su organismo. Surgen procesos inflamatorios en los pulmones, que se caracterizan por la hipoxia. Esto afecta negativamente al funcionamiento del sistema nervioso, los órganos internos y el desarrollo del bebé.
Ejercicios para futuras mamás
Se recomienda a todas las mujeres realizar entrenamientos en un régimen habitual y con una carga moderada durante la primera semana de gestación. Los médicos aconsejan excluir todas las actividades intensas, así como los deportes extremos. Al planificar el embarazo y la concepción, se recomienda discutir las particularidades del fitness con su entrenador. Él, junto con el obstetra-ginecólogo, seleccionará el tipo de carga óptimo.
Malestares durante el embarazo
Enfermedades del resfriado
Las infecciones virales respiratorias agudas (IRVA) y las infecciones bacterianas pueden aparecer en cualquier etapa del embarazo. La mujer experimenta síntomas desagradables: aumento de la temperatura corporal, congestión nasal, tos, dolores de cabeza, debilidad general, entre otros. Al planificar un embarazo, se debe evitar las enfermedades infecciosas, ya que crean condiciones desfavorables para la concepción y el desarrollo intrauterino del embrión.
Trastornos dispépticos
Náuseas, meteorismo, pesadez en la zona y otros síntomas de enfermedades del tracto gastrointestinal provocan incomodidad en la embarazada. En la primera semana de embarazo, estas sensaciones no están relacionadas con el embarazo, sino que indican enfermedades del estómago o intestinos. Se recomienda a la mujer que acuda a su médico a tiempo, quien realizará el examen necesario y seleccionará el tratamiento adecuado.
Acidez
Se caracteriza por una sensación de ardor y dolor detrás del esternón, que se intensifica con la ingesta abundante de alimentos, la práctica de deportes, entre otros. Se desarrolla debido a la insuficiencia del esfínter cardíaco. Esta es una formación muscular situada entre el estómago y el esófago, que impide el paso del jugo gástrico en dirección contraria. El tratamiento se basa en la corrección de la alimentación, el estilo de vida y el uso de medicamentos. Los medicamentos siempre deben ser prescritos únicamente por el médico tratante.
Exacerbaciones de enfermedades crónicas
Por ejemplo, la infección herpética. El herpes se manifiesta con pequeñas erupciones en la mucosa de los labios o los órganos genitales, causando un leve malestar en la mujer. Sin embargo, para el niño en desarrollo, la infección herpética es peligrosa, ya que puede provocar un aborto espontáneo o graves malformaciones. Al prepararse para el embarazo, es necesario seguir las normas de higiene personal y evitar el contacto con personas que padezcan enfermedades infecciosas.
Lista de verificación
- visitar al ginecólogo y, si es necesario, a otros médicos para consultar sobre la planificación del embarazo
- normalizar la rutina diaria: dormir al menos 7 horas, pasar a una alimentación de 5 comidas al día (3 comidas principales y 2 tentempiés), pasear al aire libre al menos 40 minutos al día
- fortalecer el sistema inmunológico: acostumbrarse a las duchas frías, tomar los multivitamínicos recomendados por el médico
- acostumbrarse a ventilar varias veces al día el lugar de trabajo y el apartamento
- ampliar la biblioteca de casa con un libro de recetas de alimentación saludable y/o encontrar y añadir a favoritos varios sitios web de cocina de la misma temática